Otra «F» a Fortuño

El gobierno, que ha anunciado con mucha rimbombancia el proyecto de las Escuelas del Siglo XXI, ha demostrado una monumental falta de buen criterio en la modernización de los planteles escolares, a juzgar por las condiciones de una escuela en Cataño. Todo parece indicar que a nadie se le ocurrió fijarse en detalles como la inconveniente entrada del sol por las ventanas de cristal de los salones de clase, la proximidad de una cancha deportiva a dichos salones y la altura de la puerta de los baños en una escuela de párvulos, que los expone a la vista de los demás.

Esto es parte de un patrón: se encargan obras a contratistas chapuceros y nadie las supervisa, por amiguismo y favoritismo económico y político. En el afán de hacer muchas obras, para impresionar al electorado, se las acepta con defectos evidentes para cualquier niño de escuela elemental. Después, hay que estar arreglándolas o caen en desuso, por inservibles. Así se bota el dinero en un país donde escasea...casi tanto como el sentido común de su gobierno.

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