Fariseísmo bancario

Me río porque, ahora, Moody's, ese «oráculo de Delfos» de las finanzas internacionales, no sirve. La Asociación de Bancos de Puerto Rico está indignada, ante el anuncio de que la entidad se propone degradar su calificación de tres bancos importantes en nuestro país, uno puertorriqueño y dos españoles. Todo porque no han sabido prestar el dinero a gente que lo pueda pagar, principio cardinal de un banquero. De manera que tienen un montón de préstamos incobrables. Entonces, al decir de los entendidos, los bancos se han convertido en una especie de colchón glorificado, debajo del cual se guarda el dinero, por miedo a que se gaste. ¡Hombre, para eso no hay que ir a Wharton o a London School of Economics!

De manera que aquellos que ayer citaban el evangelio según San Moody's, para justificar alguna política corporativa o pública de su conveniencia, ahora se rasgan las vestiduras y gritan «¡ha blasfemado!». Ahora les parece «injusto» el dictamen de la casa acreditadora y su apremio para que se enderecen las finanzas bancarias. Cuando se usaban esos mismos criterios para obligar a gobiernos -- incluido éste -- a desarropar aun más a las clases menesterosas y trabajadoras, a cambio de una clasificación favorable, entonces los bancos aplaudían o guardaban cómplice silencio.