De aperturas y cierres

He dicho antes que gran parte del fracaso económico que se vive, sobre todo en el sector comercial, se debe a la estupidez empresarial. Todos los días se toman decisiones equivocadas que dan al  traste con hasta el más próspero de los negocios. Los resultados de algunas son, francamente, previsibles, sin que haya que tener uno de esos grados en administración de empresas de esas universidades prestigiosas.

Ya van por dos los cierres de Starbucks. Era de esperar que un sitio de café -- no muy bueno -- carísimo cayera víctima de la profunda recesión económica por la que atravesamos. El name recognition y brand loyalty tienen sus límites.

Por otro lado, se inaugura con bombos y platillos Texas de Brazil. Como carnívoro, comencé a salivar...hasta que leí que el precio fijo es $44.95 por persona. Súmele la propina, la bebida, el estacionamiento, y se le quitan a uno las ganas de comer. Abrir un establecimiento así en una época de «vacas flacas» es apuntarse, desde ya, en la secretaría de la Corte de Quiebras.

Yo, por lo pronto, haré mi desarreglito, antes de que cierren...

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