¡Olé nuestra Madre Patria!

Salgo de Puerto Rico por un tiempo, y ocurren cosas extrañísimas. Primero, los viequenses quieren la independencia... de la Isla Nena de la de Puerto Rico. Ahora se pide la anexión de nuestro país... a España. Pongo por delante que suscribo la sentencia de Betances: «No quiero colonia ni con España ni con Estados Unidos». Pero, si el país está abocado a la anexión, pues que sea con España.

Es, después de todo, lo natural para nosotros. Si no queremos ser libres, pues retomemos el camino del cual se nos sacó abruptamente en 1898, cuando comenzábamos a disfrutar de una autonomía mayor que la que tenemos ahora. Con la ventaja de que, por sangre y cultura, tenemos más y mejores vínculos con España que con Estados Unidos. Dicho de otra manera, he estado en Madrid y en Washington. Prefiero Madrid, veinte veces.

Ahora hasta tendremos unos nuevos monarcas muy majos. Don Felipe, con su Maestría en Relaciones Internacionales de Georgetown, de seguro podrá negociar este asunto, a partir de que, como sabemos, el Tratado de París de 1899 -- por el cual pasamos a manos americanas -- es nulo ab initio...

Comentarios

Roberto Ariel Fernández ha dicho que…
Tío, pues que también he vivido en Madrid y en Washington y prefiero mil veces a la villa castellana sobre el Distrito de Columbia. No hay comparación, hostia.

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