¡El Gobernador va desnudo!

Uno se tiene que reír. El Gobernador pretende que creamos que las indicaciones que el Tesoro de Estados Unidos le hace son ideas suyas o el producto de diálogo con sus amos del Norte. ¡Bendito! García Padilla continúa la tradición de gobernantes puertorriqueños que fingen tener alguna autoridad, cuando todo el mundo sabe que, en mayor o menor grado, reciben órdenes de Washington. Como están tan abochornados por la subordinación a la que están sometidos, hacen ver que ellos formulan política pública y tienen margen para alguna iniciativa. Entonces, en la corte del Palacio de Santa Catalina hay un séquito que participa de esa misma locura, y le sigue la corriente.

¡Cuánta razón tenía quien dijo: «Puerto Rico es una obra del teatro del absurdo»!

Comentarios

Entradas populares