Tormenta en el Edén

El paso de la tormenta «Irene» por Estados Unidos dejó al descubierto la gran fragilidad de la infraestructura de ese país, tan jactancioso de todas sus cosas. A pesar de su considerable debilitamiento, la tormenta fue capaz de causar cuantiosos daños materiales, de una naturaleza y magnitud que uno suele asociar con países menos desarrollados que el otrora «Coloso del Norte».

Hay además la ironía de ver a compatriotas nuestros, así como a otros latinoamericanos, que se fueron al Norte huyéndole a los ciclones del Caribe y el resto del trópico, creyendo que allá estarían más seguros y vivirían mejor, y ahora sufren los embates de esa tormenta que ha dejado a sectores grandes del este y el noreste de Estados Unidos en condiciones tercermundistas.