Iniciativas comunitarias

Ante la quiebra gubernamental por la que atraviesa buena parte del mundo, hacen falta más iniciativas comunitarias y privadas como las que  se dan a conocer hoy. La familia de médicos de Aguada que decidió establecer una sala de emergencias en ese pueblo de 42,000 «cuerpos», ante el cierre de una instalación pública, es encomiable por demás. No es cosa de ponernos las manos en la cabeza cuando el gobierno falla, sino de poner cada uno sus recursos al servicio --con o sin paga--de la comunidad.

También merece reconocimiento el arquitecto que ha diseñado un resguardo de madera para los deambulantes, con el fin de que otras personas o entidades los adquieran y se los donen. Aunque no me parece bien que tengan un espacio para publicidad, la idea es buena como algo provisional e inmediato, pues los protegerá de las inclemencias del tiempo y ciertos peligros menores de la calle y el descampado. Nuevamente, es un ejemplo de que no es necesario ni deseable esperar por que el gobierno lo atienda todo.

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