«Educación chatarra»

Francamente, nunca he entendido el concepto -- mucho menos la práctica -- de la llamada «educación acelerada». Supongo que debe ser algo así como el equivalente de la fast food en lo educativo. No en balde gusta tanto a esos jóvenes que quieren graduarse rápidamente para irse a trabajar. Pero, al igual que las papas fritas mongas o las carnes de hamburguesas de dudosa procedencia que se consumen en esos establecimientos, la instrucción -- educación es mucho decir -- en esos sitios hay que cogerla con pinzas y examinarla con una lupa. Si es de la forma tradicional, y la enseñanza y el aprendizaje andan por el piso, hay que imaginarse cómo será la dichosa «aceleración».

Instruirse bien requiere tiempo y esfuerzo. De otra manera lo que se logra es un cumplimiento superficial con criterios espurios, para dar la apariencia de que se está capacitado para desempeñarse en un oficio o trabajo. Y, por supuesto, estas «fábricas de diplomas» cobran muy bien por esta chapuza educativa.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Alberto:

Yo te puedo hablar de mi experiencia en una de esas instituciones. La calidad del estudiantado, en su gran mayoría, no es buena. Mi queja era siempre la falta de ortografía, ausencia de sentido en lo que escribían y hasta citaban incorrectamente las fuentes.

Estos estudiantes, que esperan aprobar un curso en 5 semanas, de cada 4 horas cada uno, no leen los materiales o textos ni los resúmenes en "power point". Ni hablar de los examenes finales.

Estos son los profesionales que vemos en la calle, que no saben escribir y les importa un bledo las correcciones a sus trabajos.

Si no fuera por mis planes que tengo para el futuro, seguiría dando clases en esa institución para ver si aprenden algo; como dice el refranero popular: tanto da la gota en el cántaro hasta que lo revienta.

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