Pulgada a pulgada

Hay que celebrar el traspaso del aeropuerto y el hospital de la antigua base militar Roosevelt Roads a manos de Puerto Rico, aunque después el gobierno le dé sabe Dios qué uso. Cada pulgada cuadrada de nuestro suelo, usurpado por el invasor, que vuelva a manos puertorriqueñas tiene que ser motivo de regocijo. Nunca he sido de los que creen que es preferible que ciertas cosas estén en manos yanquis -- a las cuales se les adjudica superioridad -- porque eso es aceptar la tutela foránea.

Tenemos que continuar asumiendo plena responsabilidad por lo nuestro y aprender a darle el mejor uso, sin que otros nos indiquen lo que debemos hacer. Así nos vamos independizando, como el país maduro que hace mucho debemos ser.

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