Demasiada caridad en la casa

Somos un pueblo bueno y generoso, que se conduele de la desgracia propia y ajena, pero con una tendencia a la exageración, hasta en hacer la caridad. Todos los años se celebran innumerables actividades de recaudación de fondos para múltiples causas benéficas, con el agravante de que se repiten las ideas y los mecanismos para ello. La agenda filantrópica está llena de cenas de gala, desfiles de modas y torneos de golf, que compiten entre sí por el menguado apoyo económico de un Puerto Rico venido a menos por la crisis económica.

Ahora hemos importado el tríalo -- no entiendo por qué le dicen «triatlón -- competencia deportiva que, además de poner a prueba la resistencia física de los participantes, pone a prueba la paciencia de los residentes de la ciudad donde se celebra. Como se sabe, en ella se nada, se corre bicicleta y se corren distancias considerables dentro de la zona urbana, lo cual obliga a limitar el espacio vial durante horas. Hace poco, se celebró uno, que causó considerables inconvenientes en la capital. Ahora la linda actriz Roselyn Sánchez viene con el suyo.

Creo que deben buscarse otras ideas para generar fondos; unas que no interrumpan significativamente la vida cotidiana de una ya agobiada población. No sigamos copiando mecánicamente lo que hacen en otras latitudes, pues, pronto terminarán aburriendo y mortificando al pueblo cuya cooperación se pide.

Comentarios

Entradas populares