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Mostrando entradas de agosto, 2014

Locos de contento con la colonia

El Partido Popular Democrático, fiel a su vocación colonial, acaba de constituir la escuadra de fusilamiento de los soberanistas entre sus huestes. Los nombrados tienen todos el carimbo del servilismo, y a mucho orgullo. Se pueden ahorrar el informe, pues todos sabemos lo que van a concluir y a recomendar. Poniendo la ciudadanía americana por delante -- que es de suponer que ellos «atesoran» -- nada nuevo ni bueno se puede esperar de ese conciliábulo de colonizados hasta la médula. Ni soberanía ni autonomía van a proponer; reafirmarán la «unión permanente» con Estados Unidos y los «cuatro pilares» del ELA, e insistirán en que se respete el «pacto» de 1952, y así por el estilo en su delirio, que solo terminará con su muerte. ¡Qué papel triste el de los que se confabulan para perpetuar la subordinación política de su gente!

La otra curia percudida

Creo que antes de continuar hablando de «casos aislados», «golondrinas que no hacen verano» y «unas pocas manzanas podridas» en el contexto de la corrupción judicial, quienes lo hacen deben verse en el espejo de la Iglesia Católica y su problema de pederastia. Así mismo decían sus defensores a ultranza, pero el tiempo rápidamente los desmintió. Hay que ser prudente y «no meter la mano en la candela» ni «poner el cuello en el picador», pues es muy posible que esto sea peor que lo que se ha denunciado hasta ahora. Las señales no son buenas. Al igual que ha ocurrido con aquella curia, en esta van a seguir apareciendo «cucarachas», según pase el tiempo y la gente pierda el miedo a hablar o se vea obligada a hacerlo. No es momento de recular ni recaer en las fórmulas trilladas de que tenemos una judicatura intachable, pues eso no es ni ha sido cierto nunca. Quien intente seguir con el juego del disimulo terminará desacreditado por la verdad que surgirá de todos modos.

Contadores públicos [des]autorizados

De ser cierto que el Colegio de Contadores Públicos Autorizados propone que se reduzca el salario mínimo, como una medida para ayudar a resolver el problema económico del país, ello confirmaría mi opinión general sobre esa clase profesional, que reduce todo a un asunto contable, sin tener en cuenta los efectos reales en la vida de los seres humanos. Es decir que para los CPA, si los números cuadran, es todo lo que importa. Tal parece que alguien ha calculado que, si se pagan sueldos de subsistencia -- porque el mínimo actual ya es de hambre -- los empresarios, que es a la clase a la que ellos se deben, tendrán más dinero para invertir y reactivar la economía. La estupidez -- no digamos la insensibilidad -- de empobrecer a los asalariados más vulnerables es tan grande que resulta incomprensible. Ahora se ha aprobado una ley para que nuestros CPA puedan ejercer en otras jurisdicciones. ¡Pobre de esa gente en los lugares donde los contadores de este país vayan a prestar sus servicios!

La babilla de García Padilla

Me ha parecido una falta de categoría personal y buen criterio del Gobernador haberle dado un ultimátum público -- que se vence mañana --  al Secretario de Educación para que arregle unos problemas que no son totalmente de la hechura de éste. Es una jaquetonería de García Padilla, un gobernante al que se le percibe como de poca monta, que con acciones como ésta quiere proyectar decisión y fuerza. Pero, ésta no es forma de dirigir entidad alguna; mucho menos gobernar un país, aun uno de poderes tan menguados como el nuestro. El Gobernador «juega para las gradas», para aplacar la furia de un pueblo azuzado por personas con hachas que amolar y una prensa en campaña de poner y quitar funcionarios e imponer su «agenda ciudadana».

De la negación a la admisión

El país «descubre», de pronto, lo mucho que se le ha ocultado acerca de los procesos públicos, en parte para evitar cargar con la responsabilidad personal de tantos fracasos; en parte, por consideraciones políticas para aparentar que todo marcha bien. En cualquier caso, el disimulo y el encubrimiento han hecho un gran daño, no solo por lo que se ha negado por tanto tiempo, sino por la desconfianza que siembra en la sociedad que ahora se sabe engañada por la gente a la que, de buena fe, le encargó la cosa pública. Los que una vez fueron atacados o denostados por haber osado acusar, criticar, cuestionar, denunciar, imputar o señalar algo o a alguien en la esfera gubernamental hoy se tienen que sentir tristemente reivindicados ante la opinión pública, al comprobarse que tenían razón.

Un pesado infortunio

El titular «No puedo más con esto» tiene otra lectura, además de la que propone la prensa. Creo que, en el fondo, con lo que no pueden más esos padres es con la carga onerosa que la vida les ha puesto sobre sus hombros. Entendible. Pero, me parece que el problema de la educación de esos niños o de servicios de transporte es un agravante de una penosa situación, y no el problema en su origen. La vida puede ser muy cruel, y esos padres merecen nuestra conmiseración, pero el Estado no puede resolver situaciones de salud física o mental -- peor cuando se combinan varias condiciones severas en un mismo individuo -- para el resto de la vida. Es una triste realidad, pero realidad al fin. Cuando se leen algunas de las historias publicadas, uno se da cuenta de que estas personas necesitarían a alguien que se mudara con ellas para ayudar a cuidar de esos niños. Esas madres -- muchas veces se han quedado solas -- están agotadas, y quieren un respiro. Pero, esa no es función del Departamento de Ed...

El monje cuerdo

Ahora estamos como «el monje loco», porque «nadie sabe y nadie supo la verdad sobre el pavoroso caso de» la corrupción y otros desmanes en la judicatura puertorriqueña. Si fuera verdad -- que lo dudo -- es porque nadie quiso saber, haciendo unas averiguaciones mínimas, pues no hay que ser Sherlock Holmes para hacer unas deducciones que resultan «elementales». Todo lo que había que hacer era tener los oídos y los ojos bien abiertos, hacer una que otra pregunta bien hecha, y «no creer lo que nadie más creería». Pero, se optó por la arrogancia del poder, las frases hechas y huecas, repetidas mecánicamente para exculpar, la defensa a ultranza y el rasgue de vestiduras ante la «blasfemia» de quienes osaban cuestionar la pureza y castidad de los jueces y las juezas. Hoy están todos consternados y sorprendidos, descubriendo el mar Caribe en el siglo 21. Hoy viven el descrédito y el vilipendio de un país asqueado de la corrupción y la hipocresía.

"Memorandum of [Mis]understanding"

El allanamiento en la casa del alcalde de Humacao, además de ser una comedia de errores, es un caso clásico de la prepotencia de las autoridades de Estados Unidos en Puerto Rico. En cuanto a lo primero, es una muestra de que los «todopoderosos» federales son tan ineptos como los mortales del país. La aplicación ciega de unos supuestos protocolos para los allanamientos ha producido un ridículo, que se pudo y debió haber evitado con una diligencia mínima sobre el paradero del buscado hijo del alcalde. Ahora se pretende justificar la irrupción en esa casa al amanecer de Dios con una supuesta búsqueda de drogas, que no produjo ni una aspirina. Es decir que todo ese show of force  no encontró al sospechoso ni la droga. En cuanto a lo segundo, es la humillación de las autoridades puertorriqueñas por parte de las federales, las cuales no les guardan el menor de los respetos. A pesar de los llamados Memorandum of Understanding que los americanos se pasan firmando con el Gobierno de Puert...

Menos campaña política

No suelo coincidir con el Gobernador en casi nada, pero cualquier iniciativa para acortar el periodo de campaña electoral tiene mi voto. La realidad es que en los países más o menos democráticos la política partidista no cesa en momento alguno. Por lo tanto, siempre se está en campaña, no meramente en el año electoral. De ahí que no haga falta disponer de un periodo largo para que la gente se entere de los candidatos y sus promesas, casi siempre falsas. Como no se puede ser demasiado drástico en estas cosas, sugiero que los 15 meses actuales se reduzcan a 9, para que se produzca ese «parto de los montes» que cada cuatro años nos trae un nuevo «desgobierno»...

La suprema definición

No entiendo el pugilato por el plebiscito que quiere el Gobernador. Los que estamos seguros de lo que somos y queremos seguir siendo no tenemos problema alguno en participar en cualquier consulta, no importa cuáles sean las preguntas. ¿Estadidad: sí o no? NO.  ¿Ser parte de Estados Unidos o tener soberanía política? SOBERANÍA POLÍTICA. La contestación siempre será la misma: LIBERTAD. Los que quieren ser americanos primero, y puertorriqueños después; los que creen en «lo mejor de dos mundos»; los que solamente quieren un chispito más de libertad, sin ofender a sus amos del Norte; esos son los que andan siempre tratando de hilar fino y cuadrar el círculo, inventando definiciones y haciendo distinciones bizantinas; en fin, degradándose ante el país y la comunidad internacional que, a esta hora de la Historia, los mira con perplejidad y desdén. ¡Que venga el plebiscito!

«♪Era en una playa de mi tierra tan querida...♪»

Dejando a un lado el aspecto estrictamente moral del asunto, me parece que hay que reconsiderar la política criminal de perseguir la prostitución femenina y masculina, cuando se da en circunstancias que no constituyen escándalo público o no son parte de un esquema de esclavitud. En el reciente caso de prostitución masculina en una apartada playa, de noche -- lo cual supone que quienes estaban en el lugar eran los interesados -- parece un mal uso de los recursos policiacos y del resto del sistema de justicia penal ocuparse de esa práctica. Salvaguardado el pudor público por la hora y el lugar, creo que el Estado debe hacerse de la vista larga o legalizar la prostitución, permitiéndola en sitios claramente designados para ello y con controles razonables que eviten situaciones embarazosas. De la misma manera que vamos aceptando socialmente las relaciones homosexuales -- y hasta los matrimonios más o menos oficiales -- debemos hacer algo parecido con una práctica antiquísima imposible de...

Indiferencia criminal

En la vorágine de protestas por cuestiones económicas por parte de la clase obrera, muchas veces se pasan por alto otros señalamientos tan o más importantes que los reclamos de una remuneración más justa. En este sentido, deben atenderse las denuncias que hacen los trabajadores de la Autoridad de Energía Eléctrica de las prácticas gerenciales que ponen en peligro de muerte o grave daño corporal a los celadores de línea. Ciertamente, el poner en un trabajo tan delicado gente que no tienen las destrezas o la experiencia necesarias para desempeñarse de forma segura es una negligencia institucional que, además de dar lugar a tragedias que se pueden evitar, motivan reclamaciones millonarias por ese concepto. El malestar que se pueda sentir con respecto a los obreros y trabajadores por su militancia sindical no debe traducirse en indiferencia hacia sus reclamos por unas condiciones de trabajo más saludables y seguras.

«Pidiendo la luz por señas»

En el afán de ganar votos, los gobiernos implantan políticas administrativas o públicas para congraciarse con ciertos sectores, concediendo beneficios, exenciones y subsidios a granel. Es lo que le han hecho a la Autoridad de Energía Eléctrica, legislando subsidios energéticos para todo el mundo bajo el sol, y ahora ésta anda «pidiendo la luz por señas». Me parece que se ha instrumentado mal el Estado benefactor. Las ayudas deben reservarse para los verdaderamente necesitados; el resto de los mortales tiene que pagar la luz, aunque cueste cara. Los comerciantes y los industriales -- sempiternos llorones -- y las iglesias y ciertas instituciones sin fines de lucro tienen que pagar como cualquier hijo de vecino y de Dios también. Si vamos a aceptar todos los fundamentos, justificaciones y razones para subsidios y tarifas especiales, nadie pagaría lo que corresponde, y eso, entre otras cosas, es precisamente lo que ha hundido a la AEE.

Después que se le ven...

Me parece muy desafortunada la tardanza de nuestro Poder Judicial en la investigación del juez Manuel Acevedo Hernández por cohecho y prevaricación con el notorio delincuente Lutgardo Acevedo. Ya se ha anunciado la alegación de culpabilidad de Lutgardo, y la del juez luce inminente. Parecería que el Poder Judicial está esperando esos resultados de la intervención del gobierno de Estados Unidos para entonces proceder a destituir al juez y a desaforarlo. ¡Como si hubiera que probar las imputaciones de impropiedad en el ámbito administrativo y ético más allá de duda razonable! De nada ha valido la directriz de la Jueza Presidenta del Tribunal Supremo para que se « acelerara » la investigación de este asunto. Después no se quejen de la mala imagen de la judicatura y la desconfianza ciudadana...

Para «meter las cabras en el corral»

El aplazamiento de la reunión del Partido Popular Democrático para discutir cuál es el disfraz que le van a poner a la colonia esta vez, de cara al plebiscito, es sintomático de un partido de fuerte vocación colonial, que ha hecho de la indefinición su modus vivendi político. El Gobernador repite imbécilmente la palabra «silvestre», para referirse a la discusión que hasta ahora se ha dado en su partido sobre el tema. Supongo que él tratará de «domesticar» a los que han osado hablar de soberanía en el PPD, aunque sea una versión aguada del concepto. A menos que se «abra el cielo», al final, todos en ese partido se unirán bajo la bandera del colonialismo, por miedo a perder las elecciones del 2016. Es lo que hace la gente sin dignidad ni principios.

Una cogida de...

Hace poco se anunció que una investigación legislativa no ha podido determinar el efecto real en la creación de empleos de los múltiples incentivos económicos de los cuales se han beneficiado los patronos del país. ¡Qué noticia! Lo dije hace tiempo: los empresarios le toman el pelo al gobierno con esto de la creación de empleos a cambio de toda clase de alivios, beneficios y exenciones. No crean empleos, y si crean uno que otro, son empleos al nivel de subsistencia, por no decir de una bochornosa explotación. Con escasísimas y honrosísimas excepciones, el sector privado está lleno de gente desalmada que no piensa en otra cosa que en aumentar sus ganancias a costa de una fuerza laboral mal remunerada y desprovista de los más elementales derechos y protecciones sociales.

Una lección de economía

Insisto en que el sector comercial tiene mucha culpa de su fracaso. La poca calidad de sus productos y servicios y los precios exorbitantes, para tener una ganancia irrazonable, han sellado la suerte de muchas empresas grandes, medianas y pequeñas. Un mal producto y un mal servicio hacen más daño que los altos costos de producción o los impuestos. Las dramáticas rebajas de precio son una admisión tácita de que se vende a sobreprecio, es decir, que el precio original era injusificadamente exagerado. Ante tal falta de honradez, el consumidor «castiga» al comerciante dejando de comprarle o aplazando la compra para obligar a que rebaje el precio. Todas estas cosas desacreditan a las empresas y a los empresarios, que después se quejan de todo lo que hay bajo el sol... excepto de su propia estupidez.

La crisis de la Casa Blanca

Por eso es que la Casa Blanca no atiende bien los asuntos de Puerto Rico. En pocas horas, la comitiva presidencial confrontó problemas con sus vehículos, un nene se le coló por la verja al Servicio Secreto, y renunció el pastelero presidencial. Con desastres así, esa gente no tiene cabeza para resolver el problema colonial puertorriqueño.

¡El Gobernador va desnudo!

Uno se tiene que reír. El Gobernador pretende que creamos que las indicaciones que el Tesoro de Estados Unidos le hace son ideas suyas o el producto de diálogo con sus amos del Norte. ¡Bendito! García Padilla continúa la tradición de gobernantes puertorriqueños que fingen tener alguna autoridad, cuando todo el mundo sabe que, en mayor o menor grado, reciben órdenes de Washington. Como están tan abochornados por la subordinación a la que están sometidos, hacen ver que ellos formulan política pública y tienen margen para alguna iniciativa. Entonces, en la corte del Palacio de Santa Catalina hay un séquito que participa de esa misma locura, y le sigue la corriente. ¡Cuánta razón tenía quien dijo: «Puerto Rico es una obra del teatro del absurdo»!

Juegos amañados

Con lo denunciado hasta ahora, resulta claro que hay algo muy malo en el IVU Loto. Las irregularidades no dan margen a pensar otra cosa. Según de problemático ha salido el impuesto sobre ventas y uso (IVU), así también el sorteo de lotería asociado con ese impuesto. A lo cuestionable de una política pública que fomenta en demasía los juegos de azar -- incluidos los gubernamentales -- hay que añadir el escándalo de unas premiaciones evidentemente fraudulentas. Porque eso de que se registre un premio vendido en un negocio cerrado hace dos años no tiene otra explicación. En fin, mal ejemplo por partida doble por parte del gobierno.

Desintegración

Hace un par de días señalé en este espacio la naturaleza cíclica de la vida, y ello incluye la vida política y la administración pública. Cada cierto tiempo, en el Gobierno de Puerto Rico, se da un «estira y encoge», en lo que se refiere a las agencias, es decir, que, a veces, se consolidan o fusionan, y en otras, se separan. La razón suele ser la misma: una supuesta eficiencia gubernamental. Estos cambios son parte de la historia del gobierno puertorriqueño. Lo cierto es que la enfermedad del servicio público no está en la sábana de la organización. La historia ha demostrado hasta la saciedad que el buen desempeño de una agencia no depende de manera importante de si es un ente independiente o parte de una «agencia sombrilla». Cada modelo gerencial tiene sus ventajas y desventajas. Lo que hace falta es capacidad, compromiso, disciplina, inteligencia, rigor y supervisión eficaz, elementos que no abundan ni son reconocidos y recompensados, cuando aparecen en los cuadros gerenciales. ...

Honrar tanto, deshonra

De las muchas cosas malas que hemos copiado de los americanos está la manía de hacernos homenajes y premiarnos por todo continuamente. En Estados Unidos, aunque es toda una «industria», hace tiempo es motivo de burla. Nosotros no nos hemos percatado de ello, y nos pasamos la vida otorgándonos «placas, trofeos y pergaminos», según nuestro más famoso comediante, José Miguel Agrelot, ya fallecido. En gran parte se debe al complejo de país pequeño y sin soberanía, que busca desesperadamente reconocimiento dentro y fuera de sus fronteras. Si bien es importante reconocer los méritos ajenos, esto nos ha llevado a hacerlo en casos de poca calidad o valor. Con tantas premiaciones y tantas categorías, el resultado es que, tarde o temprano, casi todo el mundo termina premiado, devaluando los galardones concedidos. Somos demasiado complacientes y condescendientes; queremos quedar bien con todo el mundo. Seamos más exigentes y selectivos en la forma de honrar lo que verdaderamente lo merece.

Todo cambia

No digo algo nuevo cuando afirmo que la vida es cíclica. Es temporal, de manera absoluta y relativa. No hay que afanarse demasiado, pues las condiciones cambian, a veces para bien, otras para mal, pero nunca permanecen de una u otra forma de manera definitiva. Algunos seguidores del beisbol en nuestro país han comentado durante varios años la ausencia de una representación nutrida de boricuas en el torneo máximo de Estados Unidos conocido como las Grandes Ligas. Durante muchos años, la nuestra era la mayor y la más destacada. Pero, eso cambió hace un tiempo, y es República Dominicana la que está más y mejor representada. Ahora, de pronto, hay un grupo de jóvenes peloteros puertorriqueños que recibe una oportunidad de jugar a ese alto nivel. Ya algunos comienzan a destacarse. Veremos el balance de esa promoción, pero, sea como sea, el movimiento es esperanzador. La rueda de la Fortuna empieza a girar a nuestro favor.

De aguaceros y aguajes

Una vez más nos hemos comportado como lo que somos: un pueblo absurdamente asustadizo. El paso pronosticado de la tormenta tropical Bertha permitía a cualquiera con un conocimiento mínimo de nuestra geografía anticipar que gran parte del país -- por ejemplo, la zona norte --  no sufriría un impacto de consideración. Por lo tanto,  era totalmente innecesario tomar las medidas que, en efecto, tomó el gobierno para todo Puerto Rico. Si bien «es mejor precaver que tener que lamentar», eso, llevado al extremo, resulta, cuando menos, inconveniente. La exhortación del Gobernador a que todo el mundo permaneciera en su casa, a menos que tuviera que salir por una emergencia es claramente una medida exagerada. También lo es implantar la Ley Seca para todo el país desde 24 horas antes del paso de la tormenta. Igualmente exagerado es celebrar conferencias de prensa televisadas para informarle al país de cuanto detalle nimio de la «emergencia». Es la manifestación de la mediocridad con la...

Representantes del imperio

El nombramiento de una puertorriqueña como representante de Estados Unidos ante la OEA es otra ocasión para reflexionar sobre nuestra situación política en el plano internacional. En este caso, no se puede pasar por alto la ironía de ser parte de una organización a la que el país propio debería pertenecer de pleno derecho, pero no es así por no ser un estado soberano. Entonces, se representa al país que, precisamente, impide que eso sea así. Al igual que en los casos anteriores de funcionarios puertorriqueños en el servicio diplomático de Estados Unidos, uno se tiene que preguntar si esa ironía no les golpea de alguna manera la conciencia o le produce algún embarazo en su relación con otras naciones, especialmente, de la comunidad latinoamericana, toda vez que ello puntualiza la ausencia de Puerto Rico y su falta de personalidad internacional.