Una cabeza hueca
No es que yo le tenga manía al Gobernador de Puerto Rico; es que el pobre es tan flojo que no puedo dejar de comentar sus desaciertos, dislates y disparates. El hombre, que es abogado, no se prepara para hablar de un tema. Ni siquiera se lee las leyes que apoya o critica, y termina diciendo cosas incorrectas acerca de ellas.
Ahora lo han cogido en pifia al referirse a la ley -- que dicho sea de paso, a la cual se opuso estando en minoría, y ahora la apoya con gran entusiasmo -- que otorga ventajas contributivas a personas adineradas que se muden a Puerto Rico e inviertan aquí. García Padilla insiste en que la ley requiere un mínimo de inversión y de creación de empleos, cuando ello no es así. Su confusión es tal que, cuando se le pregunta por qué decidió eliminar un crédito contributivo a personas asalariadas, contesta «no sé; la premisa no es correcta». O no sabe o la premisa no es correcta.
¿Ven por qué digo que el país está en manos de un inepto?
Ahora lo han cogido en pifia al referirse a la ley -- que dicho sea de paso, a la cual se opuso estando en minoría, y ahora la apoya con gran entusiasmo -- que otorga ventajas contributivas a personas adineradas que se muden a Puerto Rico e inviertan aquí. García Padilla insiste en que la ley requiere un mínimo de inversión y de creación de empleos, cuando ello no es así. Su confusión es tal que, cuando se le pregunta por qué decidió eliminar un crédito contributivo a personas asalariadas, contesta «no sé; la premisa no es correcta». O no sabe o la premisa no es correcta.
¿Ven por qué digo que el país está en manos de un inepto?
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