«Bragas de Oro»

El hurto de poco más de $1,000 en mercancía de Victoria's Secret en el centro comercial Plaza las Américas resulta fascinante, y debe estar entre los atracos del siglo.  Si bien es cierto que la ropa interior de esa marca es carísima, llevarse esa suma en panties y brassieres supone una logística que rivaliza con la de los robos a Brink's en Estados Unidos y El gran robo al tren en Inglaterra. ¿Cómo se lleva uno toda esa lencería? He ahí un misterio digno de Edgar Allan Poe o Alfred Hitchcock. Sin decir que el motivo da lugar a interesantes especulaciones. ¿Se trata de un fetichista de alto calibre? No como aquel infeliz que se llevaba los panties usados de humildes tendederos vecinales, y fue a dar con sus huesos en la cárcel. ¿Es acaso un hombre que quiere complacer a su amante con ropa fina pero le faltan medios para ello? ¿Será un transvestista con buen gusto y poco dinero?

He aquí una historia digna de ser filmada por uno de nuestros cineastas, con el éxito de taquilla asegurado.

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