«Vísteme despacio...»

No hace mucho, expresé mis reservas acerca de la reforma del sistema de adopción, en lo tocante a la prisa con la que ahora se pretende realizar tan delicado trámite, respondiendo a cierta presión pública de la cual los medios noticiosos se han hecho eco. Sostengo que en este asunto es preferible equivocarse luego de tiempo suficiente para evaluar los casos, que por hacer una chapuza para complacer afanes individuales y una opinión pública mal orientada.

La noticia de hoy, que da cuenta de un alegado maltrato muy temprano en una relación adoptiva, podría ser indicio de un error cometido por un proceso festinado. Claro que los padres biológicos son los principales abusadores de sus hijos, pero a esa realidad que surge de un proceso natural no debemos añadirle la que se crea artificialmente cuando el Estado le entrega un menor de edad a personas distintas de sus padres, meramente para cumplir con una política pública bien intencionada pero mal instrumentada.

Comentarios

Entradas populares