«Bienaventurados los mansos...»
El Papa se va a morir pronto. Dicen que acaba de reconocer «con vergüenza» la violencia causada por los cristianos en la historia. Pues, descubre el Mediterráneo en el siglo 21. Si algo se sabe y se ha denunciado durante siglos es el daño que los «imitadores de Cristo» han hecho desde el año cero. Todo eso de «amar a tu prójimo» se ha aplicado principalísimamente a los que que creen como ellos. Cualquier desviación de la ortodoxia conlleva castigos muy severos en «el reino de este mundo», amén de la condena eterna. Así que la mansedumbre no ha sido precisamente una de la virtudes de los que leen la Biblia todos los días y se dan golpes de pecho.
Quizá porque eso de ayunar, flagelarse y mortificarse para «agradar al Señor» es un desquicie que lleva a caerle a golpes a los demás.
Quizá porque eso de ayunar, flagelarse y mortificarse para «agradar al Señor» es un desquicie que lleva a caerle a golpes a los demás.
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