¡Se buscan tatarabuelos boricuas!
El afán de distinción que nos aqueja desde los primeros días de la colonización española -- basado en nuestra pequeñez territorial, pocos recursos y escasa población -- nos lleva a adoptar prácticas ridículas para sobresalir en distintos campos del quehacer humano. Uno de ellos es el campo deportivo, en el cual continuamente buscamos el triunfo, aunque sea con «escapularios ajenos» que pretendemos hacer nuestros de forma extrema.
Nada más patético que rastrear el globo terráqueo buscando atletas o jugadores con algún vínculo con Puerto Rico, para que sean elegibles para jugar por nuestro país. El caso más reciente y más absurdo es el de un pelotero de nombre Mike Stanton que ha sido declarado boricua por obra y gracia de que su bisabuela era oriunda de Yauco. Así de desesperados estamos por reclutar talento atlético para mejorar nuestras posibilidades de triunfo en el mundo deportivo.
Se nos debería caer la cara de vergüenza...si tuviéramos alguna.
Nada más patético que rastrear el globo terráqueo buscando atletas o jugadores con algún vínculo con Puerto Rico, para que sean elegibles para jugar por nuestro país. El caso más reciente y más absurdo es el de un pelotero de nombre Mike Stanton que ha sido declarado boricua por obra y gracia de que su bisabuela era oriunda de Yauco. Así de desesperados estamos por reclutar talento atlético para mejorar nuestras posibilidades de triunfo en el mundo deportivo.
Se nos debería caer la cara de vergüenza...si tuviéramos alguna.
Comentarios
En el baloncesto, países europeos nacionalizan a canasteros norteamericanos que son, quizás, de abuelo o abuela alemana, francesa, etc. para que los representen en competencias internacionales.
Esas son las reglas del juego para todo el mundo. Prefiero que una plantilla de béisbol con 20 boricuas 'de verdad' y cinco 'de embuste' logre grandes triunfos, a que una con 25 nacidos y criados aquí se elimine en primera ronda.
Pongo por delante que el periodista deportivo eres tú y yo no. Pero, debo decir dos cosas. Primero que lo que critico es el extremo al que se ha llegado en la búsqueda de la parentela que «justifique» lo que en algunos sitios llaman «nativizar» a un jugados extranjero. Que se haga en otras partes no me convence; como dijo alguien hace mucho tiempo: «tener razón no es cuestión de números».
Segundo, distinto de lo que expresas motivado por un apasionamiento momentáneo por el deporte, creo que nuestros triunfos verdaderos son los que se logran auténticamente y no con boricuas de embuste. Incluso, cuando un equipo que representa a Puerto Rico está integrado por demasiados refuerzos, el resultado no causa la misma satisfacción que cuando lo integran boricuas de pura cepa.
Distinto de Lombardi, no creo que ganar lo sea todo ni sea lo único. Porque te conozco, sé que, en el fondo, lo comprendes.