Celebremos dignamente

Quizá sea porque no soy fanático del baloncesto...o de algún otro deporte, sino solo un admirador o seguidor, pero creo que hemos exagerado con el reconocimiento al buen desempeño de José Juan Barea en el baloncesto profesional de Estados Unidos. Aunque me alegra por partida doble su triunfo -- también soy mayagüezano -- creo que debemos empezar a ver estas cosas con mayor naturalidad y hasta dignidad. No actuemos como si los triunfos obtenidos -- en Estados Unidos, sobre todo -- confirmaran que somos «gente». Las celebraciones exageradas e histéricas nos proyectan como un pueblo extremadamente provinciano, hambriento de cualquier reconocimiento o validación. Aceptemos el éxito comedidamente, con aplausos civilizados pero sin brincos ni gritos. Acostumbrémonos a ganar, como cualquier otro país. No es un milagro ni hay que dar gracias a Dios. Comportémonos como un pueblo adulto, que tiene derecho a destacarse, naturalmente, en cualquier faceta del quehacer humano.

Comentarios

José Fernando Velázquez ha dicho que…
Al igual que ocurre con los triunfos de nuestros boxeadores y de nuestras misus en competencias de belleza, lo que desafortunadamente evidencia la reacción con Barea es la baja autoestima colectiva de un pueblo colonizado por siglos. Sin embargo, esas cosas triviales son una agradable brisa en el rostro, que hace falta, de vez en cuando.
Hiram Sánchez Martínez ha dicho que…
No es que no seamos un pueblo adulto. Es que estas fanfarrias con que la «oficialidad» recibió anteayer a J.J. Barea, y que permitió que la gente común y corriente diera rienda suelta a estos delirios de grandeza colectiva, nos hizo recordar que somos un pueblo distinto y bullanguero. Allá los norteamericanos con su sosera de siempre.

Entradas populares