Las manos sucias de Eric Holder

«La peor gestión es la que no se hace» reza el viejo dicho. La continuada indiferencia criminal que ha caracterizado al Gobierno de Estados Unidos ante los reclamos para que esclarezca el asesinato de Carlos Muñiz Varela no brinda muchas esperanzas de que Eric Holder, actual Attorney General, vaya a actuar en respuesta a la petición renovada de familiares y amigos cuando visite a Puerto Rico brevemente.

Y es que el imperio es sordo a cualquier reclamo que exponga su autoría o complicidad en crímenes contra los que considera sus «enemigos». Muñiz Varela simpatizaba con la revolución cubana, y a través de su agencia de viajes buscaba facilitar el contacto con la Cuba de Fidel. Eso lo condenó a muerte a manos del exilio canalla, con la connivencia de las autoridades americanas, cuyo encubrimiento dura ya 34 años.

Irónicamente, Holder viene a nuestro país a firmar unos documentos encaminados a adecentar a la Policía de Puerto Rico, cuyo honor ha quedado comprometido por sus violaciones a los derechos civiles. Pero, el hombre trae las manos sucias. La injusticia a Carlos Muñiz Varela empaña su gestión. 

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