La verdad y la libertad

La actualidad del país reivindica al independentismo puertorriqueño. Contrario a lo que sus enemigos quieren hacer creer, el credo independentista no ha sido ni es una quimera, sino aporte de soluciones concretas a los problemas del país, sobre la base del reclamo de los poderes de la soberanía y, sobre todo, la confianza en nuestras propias fuerzas. Hoy, en la crisis actual, se revive el proyecto de sembrar arroz, olvidando la iniciativa del Partido Independentista Puertorriqueño de hace más de 30 años. Se propone la sustitución de importaciones, sin reconocer que ha sido siempre parte fundamental del programa político del PIP. Se gestiona la exclusión de Puerto Rico -- aunque sea parcialmente -- de las leyes de cabotaje de Estados Unidos, como si no fuera prédica del independentismo desde hace ocho décadas.

Aunque no se le reconozcan estos y muchos otros aciertos al independentismo, el país se da cuenta de que hemos tenido razón todo este tiempo, que la verdad siempre ha estado de nuestra parte; que se la hemos dicho al pueblo una y otra vez. Más tarde que temprano, como dice la Biblia, la Verdad nos hará libres.

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