Un voto de conciencia

Toda la controversia acerca del plebiscito de noviembre 2012 obedece a que hay un sector de puertorriqueños que está a gusto con la colonia, y no quiere cambio alguno. Por eso, le han puesto todas las faltas imaginables a la consulta. Los independentistas de corazón y por convicción no tenemos problema alguno en contestar las dos preguntas. En la primera, rechazaremos continuar con el status actual, por ser indigno de seres humanos, sobre todo a estas alturas de la Historia. En la segunda, afirmaremos categóricamente nuestro deseo de ver la Patria libre y soberana, como tantos otros pueblos del mundo.

Poco importa el efecto práctico o real que esto tenga. Nunca debe rehuirse la ocasión de que se nos cuente entre los que no estamos de acuerdo con la sujeción política a la que estamos sometidos por parte de Estados Unidos de América. Solo quienes tienen el alma embotada por el coloniaje no ven el valor de expresarnos ante nosotros mismos, Estados Unidos y el resto del mundo a favor de la dignidad y la nobleza de la aspiración libertaria. No importa el costo, el día, la hora o cualquier otra condición: la libertad hay que exigirla siempre. Que queden en evidencia el imperio que la niega y los criollos que lo consienten.

Comentarios

Entradas populares