Salud mental en Navidad

Tienen razón los que afirman que «una foto vale más que mil palabras». Ahí está la del Secretario de Salud arrancando un pedazo de cuerito de un lechón asado a la vara. Su felicidad es evidente. El doctor González no pensaba en colesterol -- ni bueno ni malo -- , triglicéridos o todos esos contajes majaderos con los que los doctores nos asustan y nos hacen la vida imposible. El hombre cedía a la tentación irresistible para nosotros los boricuas de comer ese cerdo preparado de manera ancestral, a riesgo de apoplejías, infartos y todas las demás calamidades del universo. El titular de Salud, como siquiatra, sabe que no comerse ese cuerito le podría provocar una crisis nerviosa en Navidad.

Hay cosas por las que bien vale la pena morir... y el cuerito de lechón bien tostado es una de ellas.

Comentarios

Entradas populares