Facundo, el fecundo

Es mucho lo que puede y debe decirse sobre Facundo Cabral, como artista que llevó a todas partes su mensaje de que fuéramos mejores seres humanos. Hace tiempo le escuché algo que se lo atribuía a su madre Sara, y que se ha quedado conmigo todos estos años. Según él, su madre le enseñó que la felicidad estriba en «desear poco, y lo poco que se desea, desearlo poco». Tiene razón. La angustia del ser humano surge de la codicia de las cosas, del afán desmedido de poseer.

¡Gracias, Facundo, por esa lección de vida!

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