Dos verdades incómodas

En toda la discusión del fracaso escolar, según evidenciado en las pruebas de aprovechamiento a las que se somete a los estudiantes del sistema público de enseñanza, no se considera explícitamente un factor fundamental que explica muchas cosas: la falta de capacidad e inteligencia de los alumnos. Comprendo que resulte incómodo referirse a ello, pero es ineludible. La realidad es que hay una parte de la población --aquí o en cualquier otro lugar del mundo-- que no nace con las condiciones intelectuales necesarias para el aprovechamiento del estudio de las materias académicas, ni siquiera a los niveles primarios. Todos hemos conocido personas así en nuestra familia, amistades y condiscípulos. Esos seres humanos --y no me refiero a quienes tienen algún grado de retardación mental -- no tienen las herramientas para aprender gran cosa, no importa cuán buena sea la escuela o las condiciones en el ambiente familiar.

Igual pasa con muchos individuos a quienes, sencillamente, no les interesa la escuela o el estudio formal, sino que desean trabajar y llevar una vida sin complicaciones de índole intelectual. También los conocemos, y son personas razonablemente productivas. Por lo tanto, creo que debemos ser sinceros, y reconocer que la escuela no es para todo el mundo, y que parte del poco aprovechamiento escolar tiene base en estas realidades de la vida, que, francamente, no tienen mucho arreglo.

Comentarios

Alex ha dicho que…
Excelente comentario. El problema es el dinero que se despilfara para intentar educar a todo el mundo.
Alex ha dicho que…
despilfarra

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