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Mostrando entradas de abril, 2011

Demasiada caridad en la casa

Somos un pueblo bueno y generoso, que se conduele de la desgracia propia y ajena, pero con una tendencia a la exageración, hasta en hacer la caridad. Todos los años se celebran innumerables actividades de recaudación de fondos para múltiples causas benéficas, con el agravante de que se repiten las ideas y los mecanismos para ello. La agenda filantrópica está llena de cenas de gala, desfiles de modas y torneos de golf , que compiten entre sí por el menguado apoyo económico de un Puerto Rico venido a menos por la crisis económica. Ahora hemos importado el tríalo -- no entiendo por qué le dicen «triatlón -- competencia deportiva que, además de poner a prueba la resistencia física de los participantes, pone a prueba la paciencia de los residentes de la ciudad donde se celebra. Como se sabe, en ella se nada, se corre bicicleta y se corren distancias considerables dentro de la zona urbana, lo cual obliga a limitar el espacio vial durante horas. Hace poco, se celebró uno, que causó consider...

Ha vuelto la sonrisa a la foto.

Pues, ya ha quedado aclarado el mal entendido sobre la necesidad de permisos para fotografiar ciertos lugares públicos de interés turístico. El permiso que hace falta es sólo cuando se trata de fotos o filmaciones comerciales, no para fines privados o turísticos. Lo primero es entendible, ya que se trata de gestiones que toman mucho tiempo y suponen el uso de múltiples y voluminosos equipos, condiciones que deben ser reguladas para mantener cierto control y orden público. Lo segundo es una actividad sencilla que no ofrece dificultad alguna, siendo parte de la libertad general de la gente que disfruta de su entorno. Lo que sí pone de manifiesto este asunto es el grado de control ciudadano al que se ha llegado en el país, por parte de las autoridades. Rodeados como estamos de policías estatales, municipales y guardias de seguridad privada, esta gente --  de escolaridad limitada y cortísimo entendimiento -- tiene un acentuado afán por la prohibición de todas clases, y goza con decir...

«A Dios rogando, y con [la macana] dando»

Sin duda, la Policía de Puerto Rico pasa por un mal momento, habida cuenta de los líos judiciales en los que se ven involucrados dos altos oficiales, amén del del coronel de la Policía Municipal, que en algo la salpica también, dada su procedencia del cuerpo estatal. Aunque de cualquier manera la situación sería incómoda para el cuerpo policial, lo es más porque se trata de imputaciones de delitos contra menores y contra la mujer, dos clases especialmente protegidas en la actualidad y objeto de fuertes campañas de orientación y prevención, de las cuales participa prominentemente la Policía. Uno no puede dejar de pensar en cómo la vida, en un giro, a quienes hacen profesión de ser custodios de la ley y el orden, se muestran inflexibles al aplicar las normas y abusan o son crueles con quienes reclaman sus derechos, los coloca en la picota pública a merced del escarnio social por conductas bochornosas. Las fanfarronadas de ayer son los lamentos de hoy, la prepotencia convertida en despre...

¡Cuidado con las «condecoraciones»!

Mientras más tiempo pasa, más se descubre de la podredumbre moral en la milicia norteamericana manifestada en Afganistán e Irak. El arresto del ex militar puertorriqueño por pornografía infantil y otros delitos sexuales contra menores aquí pone al descubierto que el individuo participaba de un tráfico ilícito de ese tenor dentro de los círculos militares en tierras afganas, de donde trajo parte del material. Esta degeneración no me sorprende en lo más mínimo, pues es parte de lo que el mundo ha visto en las fotos y las grabaciones en las bases y campamentos de detenidos en manos de los americanos. La degradación humana que supone participar en torturas y matanzas de personas, inluidos civiles inocentes, como algo rutinario corrompe el alma de tal manera que ya no hay límites a su maldad. El sentido de prepotencia que da el uniforme de invasor con superioridad material se traduce en un envalentonamiento que se piensa impune por las más terribles transgresiones a la ley y a la moral. ...

El joven que nada aprendió en los libros

Se dice que el joven soldado de ascendencia boricua que ha muerto recientemente en Irak tenía una maestría, era un aficionado a la historia y un lector voraz. Pues, todo ello le sirvió de muy poco, ya que no entendió que el ejército en el cual servía está allí y en Afganistán para propósitos que nada o muy poco tienen que ver con causas nobles, y sí como conquistador de tierras que le resultan beneficiosas a Estados Unidos, por puro interés económico, motor absoluto de la vida norteamericana dentro y fuera de sus fronteras. Por lo que se cuenta de él, el pobre muchacho cayó de incauto desde muy joven, con todos esos cantos de sirena del ROTC y el resto de la vida militar, y creyendo que tenía que «salvar» a su país -- Estados Unidos, porque nació y se crió allá -- se alistó, como un pedazo más de carne de cañón. Y lo ha sido.

Ya ni se miran.

Se denuncia la práctica de colocar múltiples anuncios cerca de las vías públicas, por lo que ello contribuye a distraer a los conductores, según surge de un citado estudio. Francamente, me parece que se exagera ese efecto. Primero, porque son tantos que ya ni llaman la atención. Segundo, porque, una vez se ven, ya nadie se fija en ellos nuevamente. Creo que la publicidad sobreestima su efecto. Es posible que me haya referido a esto en algún momento. Cuando se pasó The Godfather por primera vez en la televisión de Estados Unidos, fue todo un acontecimiento. Luego se hizo una encuesta para determinar la retentiva de los televidentes sobre los anuncios que se proyectaron durante la transmisión. Los resultados fueron muy decepcionantes para los patrocinadores. Lo cierto es que la gente está saturada de la publicidad comercial, y no creo que le preste mucha atención. Hay otras razones de estética urbana o visibilidad que deben aducirse para controlar la proliferación de estos anuncios g...

«Érase una vez...»

A pocos días de la boda real en Inglaterra, todos volvemos los ojos a ese mundo anacrónico pero fascinante de la realeza. Y es que la democracia, con todas sus virtudes, resulta aburrida y pedestre, y la imaginación popular necesita de estas historias de reyes y príncipes, para vivir una ilusión que se perdió hace mucho tiempo, pues, si bien la aristocracia y la monarquía tuvieron muchos desaciertos en la historia, también nos legaron unas obras que han enriquecido la cultura universal. Creo también que, en el fondo, todos anhelamos la sencillez de vivir bajo un monarca bueno e ilustrado, que, sin las complicaciones y las infeficiencias del partidismo político, gobierne para el bien de su pueblo. Por eso, nos entusiasma la idea de que príncipes apuestos y princesas bonitas se casen y sean felices para siempre, pues nos sentimos representados en esa unión de bondad y belleza en la realeza. Mis parabienes para William y Kate, y que se les cumpla su sueño de amor y felicidad, que es e...

Me alegra equivocarme.

Mi hijo Alberto Carlos, joven cronista y comentarista deportivo en el diario El Nuevo Día , aprovecha su escrito publicado hoy para restregarme en la cara el resurgir de Carlos Beltrán con los Mets de Nueva York, a quien yo «daba por muerto». Esto abona a su tesis de que soy un viejo que no está al día en los deportes y sabe muy poco de lo ocurrido en los últimos 30 años, por decir poco. Confieso que mi hijo sabe más que yo de los deportes; mi única ventaja es la perspectiva que me dan los años, aunque predomina en mí cierto pesimismo, como ocurrió en los casos de Juan «Igor» González y Carlos Delgado, quienes vieron tronchadas sus carreras. Mi hijo, ardiente fanático de los atletas puertorriqueños -- cosa que le aplaudo -- vio ambos casos con un optimismo que la vida no validó. En el caso de Beltrán, me alegro por él...y por Alberto Carlos también.

Agua y jabón

Yo, que me he pasado buena parte del día sin agua, ahora me doy cuenta de que se debe a que hoy es el «Día del Planeta Tierra» y, según la prensa, se insta a la gente a reciclar y a usar el agua con «mesura». Pues, me parece muy bien, pero la adhesión a esos propósitos no debe ser forzosa, con un racionamiento no anunciado y prolongado. Por suerte, me pude duchar dos veces, como acostumbro; aunque debo aclarar que desde hace mucho tiempo -- desde que la factura del agua me produjo casi un infarto -- no dejo correr el agua mientras me enjabono. He ahí mi contribución muy personal a salvar el planeta. Eso sí, gasto el jabón que es una barbaridad. Hombre, nadie es perfecto.

Los panes y los peces

Al igual que la agricultura, la pesca puertorriqueña ha sido un renglón económico descuidado y menospreciado por los gobiernos de las últimas décadas. Orientadas hacia el consumo de lo foráneo, y sin visión de futuro, las autoridades no previeron que la pesca es un recurso económico y alimentario de primera necesidad. Hoy, que enfrentamos una crisis económica con una vertiente alimentaria, miramos hacia la lastimosa actividad pesquera comercial, para procurarnos un sustento, en caso de que las fuentes de importación  de alimentos se cierren o se reduzcan. El afán de fomentar la dependencia del exterior -- especialmente de Estados Unidos -- para suplir todas nuestras necesidades nos ha traído hasta esta situación de penuria. Argumentos económicamente falaces en el pasado nos hicieron creer que no era factible o rentable dedicarnos a ciertos cultivos o a otras actividades económicas. Ahora vemos que, sin pretensiones de autarquía, un país no puede depender en grado sumo de las impo...

«Educación chatarra»

Francamente, nunca he entendido el concepto -- mucho menos la práctica -- de la llamada «educación acelerada». Supongo que debe ser algo así como el equivalente de la fast food en lo educativo. No en balde gusta tanto a esos jóvenes que quieren graduarse rápidamente para irse a trabajar. Pero, al igual que las papas fritas mongas o las carnes de hamburguesas de dudosa procedencia que se consumen en esos establecimientos, la instrucción -- educación es mucho decir -- en esos sitios hay que cogerla con pinzas y examinarla con una lupa. Si es de la forma tradicional, y la enseñanza y el aprendizaje andan por el piso, hay que imaginarse cómo será la dichosa «aceleración». Instruirse bien requiere tiempo y esfuerzo. De otra manera lo que se logra es un cumplimiento superficial con criterios espurios, para dar la apariencia de que se está capacitado para desempeñarse en un oficio o trabajo. Y, por supuesto, estas «fábricas de diplomas» cobran muy bien por esta chapuza educativa.

Pulgada a pulgada

Hay que celebrar el traspaso del aeropuerto y el hospital de la antigua base militar Roosevelt Roads a manos de Puerto Rico, aunque después el gobierno le dé sabe Dios qué uso. Cada pulgada cuadrada de nuestro suelo, usurpado por el invasor, que vuelva a manos puertorriqueñas tiene que ser motivo de regocijo. Nunca he sido de los que creen que es preferible que ciertas cosas estén en manos yanquis -- a las cuales se les adjudica superioridad -- porque eso es aceptar la tutela foránea. Tenemos que continuar asumiendo plena responsabilidad por lo nuestro y aprender a darle el mejor uso, sin que otros nos indiquen lo que debemos hacer. Así nos vamos independizando, como el país maduro que hace mucho debemos ser.

«La caridad empieza por casa».

Las instituciones sin fines de lucro y de obras de caridad deben ser especialmente cuidadosas al seleccionar las actividades de recaudación de fondos, para evitar asociarse con algunas que resultan antipáticas o generan mala voluntad. La celebración de una carrera de autos deportivos en plena ciudad, sin una advertencia general acerca del descalabro en el tránsito, ciertamente es una de esas actividades. Por supuesto, tratándose de un evento a beneficio de una entidad amadrinada por la esposa del Alcalde de San Juan, ya sabemos por qué se llevó a cabo de manera tan abusiva e intempestiva. Este alcalde y algunos otros en el país actúan como si las ciudades y pueblos fueran feudos suyos, para hacer lo que se les antoje, sin miramientos de clase alguna. Luego, ni aparecen para dar explicaciones, pues piensan que no se las deben al pueblo. Sigan votando por ellos.

Advenedizo y patético

Se anuncia aquí con bombos y platillos una conferencia de Fareed Zakaria, conocido comentarista de asuntos públicos, con énfasis en los internacionales. Dejando a un lado sus méritos profesionales, Zakaria «me cae gordo». Primero, porque es uno de esos tipos que habiendo nacido y estudiado hasta la escuela superior en su país de origen, se canta más americano que los americanos born and bred. El individuo nació en India, y no es hasta que va a estudiar a Yale que llega a Estados Unidos. Entonces, como por arte de magia, ya no es indio sino americano. Para su «desgracia», su procedencia se le ve en la cara. Por ello, ha hecho carrera como gurú en asuntos de política internacional, aprovechando la imbecilidad de los americanos, quienes suelen depender de gente de otras partes para que les expliquen el mundo. En ello, sin embargo, Zakaria continuamente habla como americano, aconsejando a sus conciudadanos sobre cómo mantener o recuperar su hegemonía sobre el resto del planeta. Es como s...

¡Ojo!

Cada día me siento más reivindicado en mi postura de rechazo a los medicamentos. Ahí tienen la denuncia de que 57,000 envases de Topamax , un anticonvulsivo, causan vómitos y otros males gastrointestinales. Es decir, que quien lo tome «convulsa» vomitando hasta el verde de las tripas o evacuando hasta no dar más. ¡Qué bonito; como si la gente que convulsa necesitara más problemas! A mí, si me va a dar algún mal gastrointestinal, que sea por haberme excedido en una buena comida, no por consumir un producto de la convulsa, desprestigiada e insegura industria farmacéutica.

¡Hum!

¡Hombre, ahora entiendo la razón por la cual, por un lado, el Estado se ha tardado tanto en acusar a ciertos imputados de delito y, por otro, se producen absoluciones inexplicables! Es que son dos formas de eliminar el hacinamiento carcelario que aqueja a nuestro sistema penitenciario desde hace 30 años, por el cual el todopoderoso gobierno de Estados Unidos ha multado en $260 millones al de Puerto Rico. Como todavía se le deben $120 millones al «Tío Sam», hay que hacer algo drástico, como dejar a los delincuentes sueltos. Porque, dada la situación de la delincuencia en nuestro país, «clientela» hay demás para los penales. Claro, si no los cogen, no los acusan, o los sueltan con fallos y veredictos absurdos, habrá espacio para que los reos se echen fresco y el gobierno, tan agobiado por la crisis económica, no tenga que seguir pagando la multa de los americanos.

¿Y cuándo enseñamos a escribir bien?

Entendiendo las buenas intenciones de quienes lo proponen, me parece impráctico pretender que la escuela asuma formalmente responsabilidades adicionales a las de la enseñanza de las materias tradicionales. La idea de enseñar valores, igualdad de género, y prevención y manejo de la violencia - para sólo mencionar tres propuestas - parece muy buena y nos hace sentir bien, pero no es factible. La escuela está en crisis hace mucho tiempo, y no puede cumplir cabalmente con su misión primordial de enseñar bien  español, ciencia, matemática y los otros cursos medulares para la formación académica de los estudiantes. Cierto es que la escuela tiene una función formativa y socializadora, en el mejor sentido de ambos conceptos, pero es algo incidental y secundario a su propósito principal. La escuela no puede ser una institución para corregir deficiencias familiares o sociales, porque, sencillamente, no tiene tiempo para eso ni está preparada para ello. Imponerle funciones niveladoras de la...

Un gran atleta

La vida puede ser algo cruel, negándonos lo que parece estar al alcance de la mano. Carlos Delgado, nuestro gran beisbolista, ha tenido que retirarse muy cerca de conseguir unas marcas consideradas como definitorias para su consagración en el Salón de la Fama. Lesiones en sus caderas, que no sanaron lo suficiente, impidieron que continuara su brillante carrera hasta lograr los 500 cuadrangulares, 1,000 extrabases y otras cifras más altas de producción como bateador. Parecía casi imposible que Delgado no llegara a esos números, pero la vida lo quiso así. Como a tantos otros atletas, una lesión fue el principio del fin. A pesar de ello, su desempeño fue extraordinario, y debe colocarlo en la lista de los inmortales del deporte. Aunque su historia no tuvo el más feliz de los finales, esos 17 años han sido de gran orgullo para él y para sus compatriotas, y siempre lo recordaremos con una gran sonrisa.

Miedo «portoricensis»

Vivimos en un país lleno de miedo. El principal es el miedo a la libertad, que muchos suponen ha de ser la ruina económica - como si ya no viviéramos en ella - y el miedo a que caigamos presa de un totalitarismo - como si ya no lo sufriéramos, tanto externo como interno. Por ende, unos acogen con beneplácito, y otros con resignación, el tutelaje norteamericano, al que se le adscriben propiedades casi mágicas de protección. De ello surge el segundo gran miedo portoricensis : el de siquiera parecer anti americano. Criticar a o discrepar de Estados Unidos es casi una blasfemia o una idea suicida. El nerviosismo es perceptible, cuando, en una reunión social, alguien tiene la «imprudencia» de expresar una opinión distinta de la ortodoxia norteamericana. Eso lleva a otro miedo: el de expresar alguna simpatía por o ver algún mérito en un «enemigo» de los americanos. Por lo cual, la gente teme decir algo bueno de la Cuba de Fidel o de la Venezuela de Chávez. Automáticamente, se adoptan los gus...

La quiebra de la dependencia

Con los anunciados recortes presupuestarios en casa del amo, los colonos andan como cucarachas en baile de gallinas. Acostumbrados a las dádivas del gobierno de Estados Unidos - muchas de las cuales las malversan o desperdician - ahora no encuentran qué hacer para mantener su tinglado artificialmente construido y ampliado. Puerto Rico, enfermo de dependencia crónica, me recuerda algo que le oía decir a mi madre: «Con lo que nada nos cuesta, hagamos fiesta.» Así se resume mucha de la historia gubernamental de nuestro país. Descansando en las «ayudas federales», los gobiernos se la han pasado gastando a mano rota, sin pensar en si es posible asumir el costo recurrente de programas y proyectos de todas clases. Como los americanos siempre han presumido de ser inmensamente ricos, los «americanitos» de aquí creyeron que ese filón era inagotable. Ahora que los yanquis no tienen ni para pagar la nómina del gobierno federal, si no reducen el presupuesto en muchos miles de millones de dólares,...

Un gran director

Desde que, siendo niño, vi 12 Angry Men, el nombre de Sidney Lumet fue para mí garantía de calidad cinematográfica. No importaba el tema o los actores, si Lumet era el director, yo quería ver la película. Casi nunca me decepcionó. Su cine presentaba asuntos de mucho interés, conflictos de un gran dramatismo, dilemas morales y la fragilidad del ser humano en todas sus vertientes.  La historia del cine no se puede contar sin incluir de forma destacada muchos de sus títulos. Estoy seguro de que la televisión programará algunos de ellos en estos días. Los invito a verlos, y a buscar cualquier otra película dirigida por él. Me lo agradecerán.  

No somos dueños de nuestra tierra.

No puedo dejar pasar la ocasión para puntualizar, una vez más, nuestra bochornosa condición colonial, que, contrario a lo que algunos dicen, tiene consecuencias prácticas y reales en la vida cotidiana del país. El cierre del gobierno federal de Estados Unidos - ahora aplazado por unos días - iba a tener como uno de sus efectos inmediatos el cierre de El Morro, fortaleza militar de la época española, y de El Yunque, bosque tropical. Ambos lugares son emblemáticos de Puerto Rico, principales atracciones turísticas, pero, al estar en poder del gobierno de Estados Unidos, como parte de la usurpación general que su presencia en nuestra patria supone, su disponibilidad está sometida a los vaivenes de la política norteamericana. Cualquier visitante se hubiera visto impedido de disfrutar de ambos sitios en nuestra tierra, a causa de los problemas políticos de esa otra nación. Ésa es la esencia del coloniaje.

Una patada en el «Coxis»

Aunque no soy dado a ello, voy a hacer una predicción. Rafael Cox Alomar no va a ser el candidato a Comisionado Residente en Wahington por el Partido Popular. La razón poco tiene que ver con que es un advenedizo a la política puertorriqueña, que, un tanto presuntuosamente, quiere debutar en papel estelar. Se trata - me atrevo a decirlo públicamente - de que es negro, y su partido está en proceso de «blanqueamiento». ¿O acaso alguien cree de veras que García Padilla, si no fuera blanco y apuesto, sería el candidato a la gobernación? Ya se buscarán todas las excusas para no postular a Cox, pero todos sabemos que, de la única manera que va a Washington es si regresa de donde vino. Mi objeción - que no cuenta, porque no soy de ese partido - es que Cox, quien, en un principio, dio muestras de cierta ilustración y liberalismo, ahora, con un afán claramente electorero, se ha decantado por el más rancio conservadurismo ideológico. El aún joven, educado en Harvard y en Oxford, es de esos indiv...

¡Que lo cierren con candado y boten la llave!

El inminente cierre temporero del gobierno federal de Estados Unidos es una muestra más, de muchas, de la fragilidad del otrora imperio todopoderoso. La quiebra que ello supone es un bochorno internacional para el autoproclamado «mejor país en la historia de la humanidad», tan dado a dictarle pautas a los demás en todos los renglones de la existencia. Para los puertorriqueños, en particular, tiene que ser una lección de que «el Coloso del norte» se tambalea, y no puede ser tenido como el alfa y el omega de nuestra vida como pueblo. Ojalá el cierre dure mucho tiempo. Así nos daremos cuenta de que podemos seguir respirando y viviendo independientemente de que haya un gobierno en funciones en Washington. ¡Aprovechemos el momento para declararnos independientes, libres y soberanos!

El águila con alas rotas

A los americanos, que se jactan tanto de ser el mejor país del mundo en todo, le siguen saliendo «chichones» por doquier. Ahí tienen los aviones agrietados de Southwest Airlines. Mucha Federal Aviation Agency y National Transportation Safety Board, y permiten que aviones con 15 años de uso  y muchísimas horas de vuelo sigan en servicio. ¡Pues claro que el metal estaba «fatigado» y ello produjo las roturas en el fuselaje del avión! En el caso de esta aerolínea la situación es peor, pues su historial de falta de mantenimiento es conocido y había sido señalado por las agencias reguladoras del transporte aéreo. En fin, un capítulo más del mito americano de la superioridad del funcionamiento de su país.

«Lucé» lució mal.

Una vieja demanda contra el Gobernador, su esposa y otros funcionarios de la Mansión Ejecutiva recobra vitalidad jurídica y, con ello, pone sobre el tapete una vieja y mala costumbre de la política partidista. Se trata del despido de empleados por razones puramente políticas, que, como en este caso, alcanza a empleados de limpieza y mantenimiento, los cuales, ciertamente, no intervienen en modo alguno en asuntos de gobierno. Aunque se reconoce la facultad de un gobernante para tener a su lado gente de su confianza, esto no incluye al jardinero ni a la planchadora...a menos que se piense que el primero va a «esmochar» las plantas y la segunda va a dejar la ropa arrugada, todo para deslucir al Gobernador y a su esposa. Que se despidieran trabajadores que llevaban casi 20 años realizando labores domésticas en La Fortaleza, para sustituirlos por unos afectos al gobierno, fue el presagio de la insensibilidad que desembocó en los despidos masivos de la Ley 7 en el resto del Gobierno de Pu...

♪ Yo soy un pobre yaucano...♪

El locuaz Alcalde de Yauco, uno de los principales voceros de este gobierno, parece haber enmudecido cuando lo confrontaron con los cheques sin fondos dados por el gobierno municipal como incentivos a los caficultores por la recogida del grano. Abel Nazario, el de los grandes proyectos y las calles con rótulos en inglés y francés, probablemente se lo ha gastado todo en esas cosas, y ahora no tiene ni para azúcar para endulzar el café. Yauco, pueblo del café por excelencia, pasa hoy el bochorno no sólo de unos incentivos malogrados, sino de que se hayan producido, precisamente, con respecto el cultivo que le dio renombre. Holy shit!  Merde!

Reaccionemos a los reactores nucleares.

Lo ocurrido en Japón con las plantas nucleares tiene  que decidir a los gobiernos del mundo entero a desistir de seguir con el uso de esa fuente de energía. Resulta francamente demencial continuar por esa senda. Muchas de esas plantas son muy viejas, y presentan problemas estructurales que un fuerte remezón convertirá en una catástrofe. Lo sensato es aprovechar el agua, el sol y el viento a plena capacidad para generar energía que no contamine el ambiente ni amenace la seguridad, de producirse un sismo u otro fenómeno natural. Ninguna ventaja económica o de otra naturaleza, que la energía nuclear pueda ofrecer, vale la pena de vivir en vilo ante la probabilidad de un desastre de la magnitud que estas plantas plantean. Todos podemos vivir más modestamente, consumiendo menos energía, para que no haga falta recurrir a fuentes tan peligrosas.

«Guatepeor, Sin Salvación y Hundido»

A los americanos, que les encanta ver la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el suyo, han declarado a Guatemala, El Salvador y Honduras como una especie de «triángulo de las Bermudas» de la inseguridad por narcotráfico. Con esa manía muy del «Tío Sam» de calificar a todo el mundo - sobre todo, para reprobarlo - un militarote yanqui se regodea en la violencia del narcotráfico en la zona centroamericana, mientras nada dice de la que se da al norte del Río Bravo. Sin negar la realidad, esto me recuerda toda esa campaña eterna de descrédito latinoamericano que Estados Unidos tiene montada desde hace casi dos siglos. Los narcos de hoy son los sucesores de los bandidos mexicanos de El tesoro de la Sierra Madre. Ocúpense los americanos de limpiar su casa, que bastante sucia la han tenido siempre de Cosa Nostra, Mafia y Murder, Inc. y sus sucesores actuales, y después hablamos.