Desentono

Consciente de su flojera en todos los órdenes -- que la perciben hasta sus correligionarios --  el Gobernador entrante ha adoptado un tono que raya en la jaquetonería en algunas de sus recientes expresiones públicas. Hace un par de días le oí decir que si el Superintendente de la Policía se quedaba en el puesto hasta marzo, cuando vence su contrato, no sería en virtud de éste, sino a petición suya como Gobernador. Dejando a un lado el posible fundamento jurídico para dejar sin efecto ese contrato, lo cierto es que luce mal esa actitud de García Padilla, cuando el señor Pesquera no ha dicho que  se va a quedar en el puesto a como dé lugar.

Ayer, ante el aumento en el cobro de energía eléctrica, el aún senador, de manera exaltada, exigió la salida inmediata de los funcionarios en cuestión. Tal parece que sus asesores en imagen -- que pronto sabremos cuánto van a cobrar -- le han dicho que tiene que proyectar firmeza, para contrarrestar la percepción pública que lo aqueja. Pero, ser firme no es ser destemplado ni hablar a destiempo. Lo que García Padilla tiene que hacer es esperar a tomar posesión el 2 de enero, y entonces, con todas las de la ley, pero de forma respetuosa, pedir o solicitar renuncias por los canales oficiales, que no son los televisivos, donde «se juega para las gradas».

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