Torpeza y tozudez

Continúa el lloriqueo empresarial en la industria de la construcción por las quiebras en ese sector. Aunque hay varios factores que inciden en ello, el principal - del cual apenas se habla - es el empeño demencial en seguir construyendo casas y condominios de lujo para un país que no los puede pagar. Basta un recorrido por nuestra isla para observar el gran número de urbanizaciones, condominios y edificios comerciales cuyos precios están fuera del alcance de la inmensa mayoría de la población. Los precios son tan elevados que, aun cuando los rebajan, todavía son impagables para casi todo el mundo. El resultado está a la vista de todos: viviendas y espacios comerciales vacíos y sin posibilidad de ser ocupados.

Se trata de una herida autoinfligida por la estupidez de los constructores y desarrolladores, enajenados de nuestra realidad. ¡Que se fastidien!

Comentarios

Prometeo ha dicho que…
Y la cosa es que siguen construyendo. A cada rato veo por ahí los montes pela'os para hacer más construcciones.

Adelante y éxito.

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