Así no.

Los excesos de algunos estudiantes universitarios ayer, acosando y agrediendo a la Rectora del Recinto de Río Piedras, resultan lamentables y condenables. Si bien el fin que ellos persiguen es justo, medios como éstos no pueden justificarse, no sólo porque son malos en sí mismos, sino porque le ponen en bandeja de plata a sus enemigos las razones para echarles encima a la Policía con una dura represión. No se puede exigir diálogo y respeto, cuando uno se comporta como un energúmeno.

Buena parte del país apoya a y simpatiza con los estudiantes en sus reclamos, pero, con actos como el de ayer, se pierde gran parte de esa credibilidad y solidaridad. La no violencia sigue siendo el método para que triunfe su causa, lección que los estudiantes tienen que aprender y aplicar.

Comentarios

José Fernando Velázquez ha dicho que…
Al igual que el autor, no justifico ni apoyo los actos de los jóvenes que agredieron a la Lupe II y estoy de acuerdo en que los deben enjuiciar con arreglo a derecho, afrontando las consecuencias de sus actos. Sin embargo,creo también que fue más el alboroto y revolú que vimos en el vídeo que la seriedad de la agresión física y verbal en su contra. Mi sensibilidad fue mas herida con la brutalidad policíaca hacia los estudiantes dentro del recinto y en el capitolio. Por otro lado - y esto es de aplicación general - cuando una persona, en una posición de poder, es déspota y sus actos y decisiones públicas son de desprecio a los derechos de los demás y un tanto tiránicas, debe estar, de igual forma, dispuesta a mojarse, coger un par de halones de pelo y aguantar un par de cocotazos.

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