Así no.
Los excesos de algunos estudiantes universitarios ayer, acosando y agrediendo a la Rectora del Recinto de Río Piedras, resultan lamentables y condenables. Si bien el fin que ellos persiguen es justo, medios como éstos no pueden justificarse, no sólo porque son malos en sí mismos, sino porque le ponen en bandeja de plata a sus enemigos las razones para echarles encima a la Policía con una dura represión. No se puede exigir diálogo y respeto, cuando uno se comporta como un energúmeno.
Buena parte del país apoya a y simpatiza con los estudiantes en sus reclamos, pero, con actos como el de ayer, se pierde gran parte de esa credibilidad y solidaridad. La no violencia sigue siendo el método para que triunfe su causa, lección que los estudiantes tienen que aprender y aplicar.
Buena parte del país apoya a y simpatiza con los estudiantes en sus reclamos, pero, con actos como el de ayer, se pierde gran parte de esa credibilidad y solidaridad. La no violencia sigue siendo el método para que triunfe su causa, lección que los estudiantes tienen que aprender y aplicar.
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