La inmoralidad del poder

Este gobierno, mucho más que los anteriores, se caracteriza por el desparpajo con el que sus funcionarios de alto nivel se lucran indebidamente de sus cargos y del poder político. Permitir, por ejemplo, que quien presida el Panel de Ex Jueces de la Oficina del Fiscal Especial Independiente mantenga contratos con otras agencias de gobierno es una práctica descaradamente cínica. Pretender justificarla basada en una supuesta falta de ingresos de los incumbentes es desconocer que estos ex jueces gozan de pensiones y otros beneficios, amén de que pueden tener otras fuentes de ingresos no gubernamentales. Lo que no debe ocurrir, en modo alguno, es que tengan contratos con otras entidades gubernamentales. El problema ético es tan evidente que sólo el encallecimiento moral que padecen los personeros de este gobierno les impide verlo.

O, peor que ello, lo ven, pero no les importa.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Si tienes el dato me lo puedes proveer. "Retomo" el libro la semana que viene, luego de escribir un pequeño artículo sobre la libertad de expresión.

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