¡Todo sea por la democracia!
Ahora resulta que la preocupación de quienes quieren desmantelar el Colegio de Abogados es que no hay suficiente participación democrática en las elecciones de su Presidente y Junta de Gobierno, razón por la cual hay que hacer posible el voto por correo regular, correo electrónico, fax y paloma mensajera. Aparentemente, los que vamos a la Asamblea somos unos fanáticos trogloditas, que queremos quedarnos con la institución, mientras los abogados buenos y decentes se quedan en su casa, para no tener el disgusto de codearse con la chusma separatista. Claro que, si se puede votar por e-mail, los bufetes de la «Milla de Oro» se van a desbordar participando para elegir candidatos probos.
De acuerdo con esa lógica torcida, supongo que el próximo paso será que todos votemos por e-mail en las elecciones generales y en cualquier otro evento electoral público o privado. ¡Hombre, para qué molestarse en ir a asambleas o reuniones, cuando se puede votar desde la comodidad de la casa, viendo alguna de esas novelas televisivas «producidas por Enrique Laguerre»!
De acuerdo con esa lógica torcida, supongo que el próximo paso será que todos votemos por e-mail en las elecciones generales y en cualquier otro evento electoral público o privado. ¡Hombre, para qué molestarse en ir a asambleas o reuniones, cuando se puede votar desde la comodidad de la casa, viendo alguna de esas novelas televisivas «producidas por Enrique Laguerre»!
Comentarios
Definitivamente, el Plan Fernández, es un golpe de estado a nuestra libertad de expresión como colectivo, abanderado por una escasa fanaticada que aparentan ser la nota discordante de la sinfonía.
Yo, el Senado, cuelgo esta medida o, por lo menos, la dejo para el final del cuatrienio. Así, atendemos asuntos de envergadura que conciernen al Pueblo y no nuestra colectividad, que rinde un servicio honroso a la Patria.