Los enemigos de la libertad
Cada cuatro años, sobre todo, se activa una caterva compuesta por los enemigos de la independencia y enemigos del Partido Independentista Puertorriqueño. Estos individuos, con presencia - algunos de ellos diaria - en los medios de comunicación se dedican a tratar de desacreditar al PIP y a su cúpula dirigente. Algunos militaron en el partido, se fueron por distintas razones, pero, a partir de entonces, han hecho carrera a base de un disgusto claramente personal, principalísimamente con Rubén Berríos, a quien le adjudican un catálogo interminable de defectos. Curiosamente, cuando esas personas se postularon por su cuenta, fracasaron estrepitosamente en sus aspiraciones políticas.
Por supuesto, para esta gente, todo el que esté cerca de Rubén tampoco sirve. Por lo tanto, a Fernando, Víctor, María de Lourdes, Juan y otros hay que echarlos al cesto de la basura política. Ninguno tiene mérito alguno; en el mejor de los casos, son unos "arrogantes" y en el peor, unos "vividores" del Fondo Electoral. Si alguno de ellos descubriera la cura del SIDA, estos "analistas" o "comentaristas" preferirían que el mal continuara, antes de reconocerle algo bueno a esa persona. O - como suele ocurrir - la mezquindad es tanta, que, cuando el PIP tiene razón en algo, se quedan callados para no dársela.
Dentro de esa campaña de descrédito figuran algunos llamados "soberanistas", que, como le tienen miedo a reclamar la única y verdadera soberanía, que es la independencia, le tienen tirria a quienes no se esconden detrás de eufemismos trasnochados y son abiertamente independentistas. Su consigna es "destruyamos al PIP", para que esos votantes vengan a "la gran casa del Partido Popular"...a seguir perpetuando la colonia, porque lo único que quieren es añadirle "eslabones" a la cadena larga del coloniaje. Ahora, muy ladinamente, tratan a Mari Bras como una especie de elder statesman y le rinden honores porque ataca al PIP. Se olvidan, muy acomodaticiamente, de cuando, para el Partido Popular, Mari era una especie de satanás del comunismo y lo atacaban inmisericordemente.
El colmo de esta campaña es que se "denuncia" al PIP porque critica al Gobernador y al Partido Popular o, como dijo uno de esos voceros que fingen objetividad, "hacerle el trabajo sucio al PNP." Es decir que lo que se pretende es que el PIP no critique al incumbente ni a su partido, para "ayudar" a la reelección de Aníbal. Ese mismo que, si gana, al otro día le dará la espalda a todo lo que signifique acabar con la colonia en la que, aparte del caso federal en su contra, él se siente muy cómodo.
A mis amigos - algunos muy queridos - que están bajo el embrujo del "canto de sirenas" de la Asamblea Constitucional de Status - "Aníbal va en serio"dicen, más para convencerse que para convencer - les profetizo lo siguiente. El Partido Popular puede ganar la gobernación, las dos cámaras legislativas y las alcaldías de los 78 municipios y no va a hacer absolutamente nada con respecto al status. La "coartada" va a ser que, con la crisis económica que atraviesa Estados Unidos, "éste no es el momento para distraer la atención del Presidente y del Congreso..." y ya usted sabe, porque la historia de la cobardía moral del PP está llena de "ahora no se puede porque primero hay que resolver los problemas económicos", antes de Puerto Rico, y ahora de Estados Unidos. Como siempre hay problemas económicos, pues, nunca es buen momento para reclamar nuestra libertad. A ese papel triste nos condenan aquéllos que se prestan para ser "tontos útiles" del coloniaje.
¡Con mi voto no cuenten!
Por supuesto, para esta gente, todo el que esté cerca de Rubén tampoco sirve. Por lo tanto, a Fernando, Víctor, María de Lourdes, Juan y otros hay que echarlos al cesto de la basura política. Ninguno tiene mérito alguno; en el mejor de los casos, son unos "arrogantes" y en el peor, unos "vividores" del Fondo Electoral. Si alguno de ellos descubriera la cura del SIDA, estos "analistas" o "comentaristas" preferirían que el mal continuara, antes de reconocerle algo bueno a esa persona. O - como suele ocurrir - la mezquindad es tanta, que, cuando el PIP tiene razón en algo, se quedan callados para no dársela.
Dentro de esa campaña de descrédito figuran algunos llamados "soberanistas", que, como le tienen miedo a reclamar la única y verdadera soberanía, que es la independencia, le tienen tirria a quienes no se esconden detrás de eufemismos trasnochados y son abiertamente independentistas. Su consigna es "destruyamos al PIP", para que esos votantes vengan a "la gran casa del Partido Popular"...a seguir perpetuando la colonia, porque lo único que quieren es añadirle "eslabones" a la cadena larga del coloniaje. Ahora, muy ladinamente, tratan a Mari Bras como una especie de elder statesman y le rinden honores porque ataca al PIP. Se olvidan, muy acomodaticiamente, de cuando, para el Partido Popular, Mari era una especie de satanás del comunismo y lo atacaban inmisericordemente.
El colmo de esta campaña es que se "denuncia" al PIP porque critica al Gobernador y al Partido Popular o, como dijo uno de esos voceros que fingen objetividad, "hacerle el trabajo sucio al PNP." Es decir que lo que se pretende es que el PIP no critique al incumbente ni a su partido, para "ayudar" a la reelección de Aníbal. Ese mismo que, si gana, al otro día le dará la espalda a todo lo que signifique acabar con la colonia en la que, aparte del caso federal en su contra, él se siente muy cómodo.
A mis amigos - algunos muy queridos - que están bajo el embrujo del "canto de sirenas" de la Asamblea Constitucional de Status - "Aníbal va en serio"dicen, más para convencerse que para convencer - les profetizo lo siguiente. El Partido Popular puede ganar la gobernación, las dos cámaras legislativas y las alcaldías de los 78 municipios y no va a hacer absolutamente nada con respecto al status. La "coartada" va a ser que, con la crisis económica que atraviesa Estados Unidos, "éste no es el momento para distraer la atención del Presidente y del Congreso..." y ya usted sabe, porque la historia de la cobardía moral del PP está llena de "ahora no se puede porque primero hay que resolver los problemas económicos", antes de Puerto Rico, y ahora de Estados Unidos. Como siempre hay problemas económicos, pues, nunca es buen momento para reclamar nuestra libertad. A ese papel triste nos condenan aquéllos que se prestan para ser "tontos útiles" del coloniaje.
¡Con mi voto no cuenten!
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