¡Pongámonos de pie!

En estos días, volvemos a pasar por el bochorno de vernos imposibilitados de recibir en nuestro país a un artista contratado para unas funciones, porque a unos burócratas federales no les da la gana de aprobar oportunamente su visa. Que a la altura de 2008 los puertorriqueños no podamos decidir quién entra y cuándo a nuestro país es una muestra elocuentísima de cuán lastimosa es la situación colonial. El actor cubano y la actriz mexicana, en el fondo, tienen que sentir que los boricuas somos unos infelices que no mandamos nada en nuestra propia casa.

Por otro lado, ¿dónde están todos esos empresarios que se pasan hablando de que hay que tener condiciones de certeza para hacer negocios en Puerto Rico? ¿Acaso el mundo del espectáculo no es parte de ese sector empresarial? ¿Cómo se pueden producir espectáculos con artistas extranjeros, si no se tiene la seguridad de que los van a dejar entrar? Claro, esos promotores no se atreven a chistar públicamente, por miedo a los americanos. Si fueran decisiones de autoridades puertorriqueñas, habrían hecho, cuando menos, una marcha a La Fortaleza.

Comentarios

Entradas populares