"Play me, pay me."

Me parece que Carlos Arroyo y todos los otros baloncelistas que han optado por jugar fuera de Estados Unidos hacen bien en rechazar papeles de segundones que los llevarían a anularse como atletas. Hay que acabar con esa mentalidad de que es preferible "comer banco" en el llamado "mejor baloncesto del mundo" que jugar regularmente, como corresponde a quien tiene cierto talento. Además, siguiendo la misma lógica del capitalismo que Estados Unidos simboliza, uno va dónde le paguen más. Estos muchachos son profesionales, sus carreras son cortas y no tienen por qué pasarlas sentados, viendo a otros jugar.

La NBA no es el principio y el fin del baloncesto en el mundo. Si algo ha quedado claro en época reciente es que el baloncesto de otras latitudes no tiene que envidiarle al de USA. Hay vida antes y después del baloncesto norteamericano.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Eso es cierto. Mira España y Grecia, son los equipos más poderosos de Europa. Ahora, si miramos al Hemisferio Sur, Argentina es otro de los mejores equipos.

A pesar de que soy fanático de la NBA, ellos ya no son los dueños del "show".

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