Ahora, ¿verdad?
Hasta hace muy poco, los colonialistas puertorriqueños -- ni decir los anexionistas a Estados Unidos -- solo pensaban en ese país, como el principio y el fin de todas las cosas. Más de medio milenio de sujeción a una potencia extranjera -- primero, España y luego, USA -- tiene ese efecto castrante. Peor, aun, para mucha de nuestra gente, el resto de América Latina no valía la pena. Éramos parte del mercado americano, y eso bastaba y sobraba.
La Historia nos ha dado una bofetada sin mano. Ahora, ante el acusado desdén e indiferencia del imperio en este trance, el Puerto Rico oficialista y los americanitos de aquí han descubierto que «el Sur también existe», y se afanan por buscar hacer negocio con las «republiquitas» que tanto denostaron. Delegaciones conjuntas de funcionarios y empresarios nuestros visitan los países que siempre debimos tratar como hermanos. Hasta la Asociación de Bancos anuncia su afiliación a la Federación Latinoamericana de Bancos.
Ahora somos latinoamericanos, ¿verdad?
La Historia nos ha dado una bofetada sin mano. Ahora, ante el acusado desdén e indiferencia del imperio en este trance, el Puerto Rico oficialista y los americanitos de aquí han descubierto que «el Sur también existe», y se afanan por buscar hacer negocio con las «republiquitas» que tanto denostaron. Delegaciones conjuntas de funcionarios y empresarios nuestros visitan los países que siempre debimos tratar como hermanos. Hasta la Asociación de Bancos anuncia su afiliación a la Federación Latinoamericana de Bancos.
Ahora somos latinoamericanos, ¿verdad?
Comentarios