Mala crianza
El fraude es siempre condenable, pero lo es más cuando se comete contra programas de asistencia social como el de a las embarazadas y madres lactantes. El aprovechamiento indebido de esos recursos, por parte de mujeres, comerciantes y hasta médicos que se confabulan para lucrarse, es no solamente una ilegalidad, sino una agresión deleznable contra un Estado benefactor que, compasivamente, busca paliar las deficiencias nutricionales de madres e infantes en etapa tan crítica para su desarrollo.
Hacer mal uso de esos fondos revela un deterioro moral espantoso, que puede redundar en la terminación de dichos beneficios para pecadores y justos, amén del bochorno por unos actos que hablan muy mal de nuestra gente.
Hacer mal uso de esos fondos revela un deterioro moral espantoso, que puede redundar en la terminación de dichos beneficios para pecadores y justos, amén del bochorno por unos actos que hablan muy mal de nuestra gente.
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