[In]dependencia económica

He dicho antes que la dependencia económica de Puerto Rico de Estados Unidos se agota lenta pero inexorablemente. La crisis del Gobierno Federal americano va mermando los recursos para atender las necesidades de ese país; lógicamente, la colonia del Caribe sufre las consecuencias también. Ahora, por ejemplo, se anuncia la terminación de un programa asistencial para los desempleados de largo plazo. Según se fue recrudeciendo la falta de trabajo, los americanos legislaron para extender la duración de ese programa, pero ya se les hace insostenible, pues son muchos los que no encuentran trabajo dentro del periodo aplicable. Obviamente, el gobierno no puede mantener esa ayuda indefinidamente.

Poco a poco, se reducen o van desapareciendo las «ayudas federales» que, para muchos --bochornosamente -- son la razón de ser de su adhesión política a Estados Unidos. Es parte de un proceso de independencia económica que un día, por default, desembocará en la independencia política.