Boricuas «de boca»

No entiendo cómo alguien que se siente puertorriqueño y vive en otro país puede haber estado 30, 40 o, en un caso, 68 años sin venir a Puerto Rico. Uno puede entender que estas personas hayan hecho su vida en otro lugar -- en este caso, Estados Unidos -- pero no que el desapego del lar nativo haya sido tanto que no les haya hecho falta venir por unos días, de vez en cuando. A menos que se se haya sido indigente todo el tiempo, resulta difícil creer que estas personas que se cantan boricuas no hayan podido hacer aunque fuera un viaje en todos esos años.

En algunas personas, la mudanza y permanencia prolongada fuera de su país producen un desarraigo tal que llegan a perder ese afecto natural que nos impulsa a estar en la tierra que nos vio nacer, tantas veces como sea posible.

Comentarios

Entradas populares