Otro desafuero real
El más reciente incidente protagonizado por el rey Juan Carlos de España apunta a un creciente deterioro físico y mental de Su Majestad. Eso de increpar y golpear en público a su chofer ya se ha pasado de castaño a oscuro. Evidentemente, a sus 83 años, el monarca da muestras de una pérdida de buen juicio acelerada, que es muy común en personas de esa edad. Después de todo, la realeza no es antídoto para los males de la senectud.
El Rey ha entrado a una etapa de fragilidad física e inestabilidad emocional, que aconseja la abdicación, antes de que se agraven sus desafueros. De continuar en el trono, va a dejar un mal recuerdo en sus súbditos, quienes hasta ahora han sido muy condescendientes con él. Es hora de echarse a un lado y darle paso a su hijo Felipe.
El Rey ha entrado a una etapa de fragilidad física e inestabilidad emocional, que aconseja la abdicación, antes de que se agraven sus desafueros. De continuar en el trono, va a dejar un mal recuerdo en sus súbditos, quienes hasta ahora han sido muy condescendientes con él. Es hora de echarse a un lado y darle paso a su hijo Felipe.
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