Problemas buscados

Pongo por delante mi rechazo al poder colonial que Estados Unidos ejerce ilegítimamente sobre Puerto Rico. Si a eso le añadimos la gestión gubernamental puertorriqueña que promueve la «jurisdicción» de ese país en el nuestro, terminamos con un país totalmente intervenido y tutelado.

La continuación de la controversia en el Departamento de Educación por el uso -- o, más bien, la falta de uso -- de fondos concedidos por el gobierno americano para mejorar nuestras escuelas es un claro ejemplo de lo dicho. Los gringos otorgan $156 millones, y quieren ver qué se ha hecho con ese dinero. Pero, sucede que, sea por desidia, incompetencia o por falta de personal, debido a los despidos gubernamentales de hace dos años, no es gran cosa lo que se ha logrado.

La maldita manía de nuestros gobiernos, de querer aprovechar los fondos federales, a cómo dé lugar, aunque no se esté en condiciones de usarlos juiciosa y oportunamente, lleva a estos desaciertos, provocando una sindicatura de los procesos públicos, que nos hunde más en la indignidad de la dependencia.

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