«Fosamás»

Sigue el desprestigio farmacéutico.  En un caso clásico de que el remedio es peor que la enfermedad, ahora le ha tocado a Fosamax, medicamento contra la osteoporosis, que resulta ser contraproducente, pues endurece tanto los huesos, que se parten solos y de manera «catastrófica».  Mi madre lo tomó durante algún tiempo, aunque no recuerdo que llegara a consumirlo durante los cinco años que se alega es el umbral del periodo peligroso.

De todas maneras, se trata de algo muy grave, pues el medicamento ha sido recetado con mucha frecuencia durante mucho tiempo.  Realmente, la industria farmacéutica tiene muy poca credibilidad.  Sus productos son defectuosos, y no es hasta algún tiempo después de estar en el mercado que se descubren los daños que causan, algunos de ellos muy serios.  Hay que concluir que el afán de lucro lleva a mercadear medicamentos que no son aptos para el consumo humano, y que, contrario a la propaganda oficial, el filtro gubernamental de protección al consumidor no funciona bien.

Comentarios

Entradas populares