Prepotencia del capital

Como si la situación laboral no fuera la que es, ahora nos enteramos de que una empresa hotelera con varias propiedades aquí prohíbe que sus empleados hablen español entre ellos, supongo que para evitar que hablen mal de la gerencia sin que ésta se entere, y que los turistas - presumiblemente anglohablantes - se vayan a «molestar».

¡Ahora sí que nos salvamos! No conformes con poner esa condición a los trabajadores hispanos en Estados Unidos, esos potentados vienen a the islands a imponer su idioma. Esto me recuerda a las monjas americanas con las que estudié en Mayagüez, quienes pretendían que, fuera del horario de clases y aunque no se estuviera hablando con ellas, habláramos en inglés, si estaban cerca. Si leen mi libro Primer viernes: recuerdos de un joven escolar, sabrán el caso que les hice.

Trabajadores de los hoteles: manden a la gerencia pa'l carajo...en español.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Parece que todo quiere entrar por la cocina.

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