♪ Tu nombre me sabe a [mierda]... ♪

Esto de ponerle nombres estrambóticos a los hijos es una crueldad, una estupidez y un problema práctico. De esta manera se les condena a la burla y a las dificultades inherentes a tener nombres impronunciables e indescifrables, que luego causan equívocos y problemas de identificación. Se puede ser creativo e innovador dentro de ciertos límites, pero la idea de, por ejemplo, combinar parte del nombre de la madre con el del padre, casi siempre, resulta en nombres absurdos y disparatados, que con frecuencia no caben en documentos y formularios importantes u oficiales.

Hay muchas maneras de celebrar la llegada de un hijo o una hija. Exponerlos al ridículo y dificultarles la vida no es una de ellas.


Comentarios

Entradas populares