«Espejito, espejito, ¿quién es la más [tonta]?»

La vanidad -- principalmente femenina -- tiene un costo altísimo en dinero y salud, según se ve en la información de prensa acerca de las cirugías estéticas en el país. La inconformidad con lo que la naturaleza ha dispuesto lleva a las mujeres a arriesgar su vida y a endeudarse para «verse mejor». Fuera de uno que otro caso en el cual hay razones médicamente válidas, la mayoría de estas cirugías es puro capricho e inseguridad. Después surgen complicaciones muy serias, que requieren otras intervenciones quirúrgicas, hay que deshacer lo hecho, nada queda bien y todo termina costando un dineral.

Me pregunto en qué espejo se miran las mujeres, cuando deciden someterse a estas costosas y peligrosas torturas. Supongo que en otra versión del de la madrastra de Blancanieves, que siempre les dice que son las más feas del reino.

¡Pobrecitas!

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