¡Ni una «puya doblá»!

En este país de excesos y falta de buen juicio acabamos de coronarlo con un obelisco de $750,000 para honrar a Superintendentes de la Policía y agentes caídos en el cumplimiento del deber. En momentos en que la Policía está impugnada por un gran sector del pueblo, por sus abusos, y a punto de una sindicatura del gobierno de Estados Unidos, resulta una broma de mal gusto este homenaje. Quizá en otro momento pudo haber pasado como un gesto positivo, pero ahora no pasa de ser un pretendido lavado de una cara muy sucia.

Lo que es una afrenta mayor es el costo del obelisquito. Cuando se le regatea dinero a la Universidad, se depiden miles de empleados públicos y se insiste en que no hay dinero para tantas necesidades reales de nuestra gente, se gastan tres cuartos de millón de dólares en una obra absurda como ésta. Esa clase de insensibilidad debería provocar una manifestación de tres cuartos de millón de personas para exigir la renuncia y salida del país de los «irresponsables» de este desatino.

Comentarios

Jaime Riera Seivane ha dicho que…
Con ese dinero hubieran comprado el obelisco de Washington DC y lo hubieran traído para acá o si era muy caro, pues compran el de Buenos Aires.

Total, bastante feo que es el obelisco erigido con la tarja barata que le incrustaron. El PNP no tiene gusto ni para eso. Otra razón para que los EE.UU. no les provea de la tan deseada estadidad. Jajaja

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