Ladrones de «baja costura»

De mis estudios de derecho penal recuerdo el «hurto famélico» como el que se comete impelido por el hambre propia o de los seres queridos. Pero, ahora, en esta isla en la que se ven tantas cosas francamente «macondinas», se da a conocer lo que habría que nombrar como «hurto sartorial», es decir, el provocado por la necesidad de estar vestido o, mejor dicho, bien vestido. Por lo menos, así surge del caso de estos primos ladronzuelos que efectuaron unas cuantas fechorías domiciliarias, en busca de mejorar su vestuario. Hombre, creo que hay que alegar eso como un atenuante. Con lo mal vestida que anda la juventud en nuestro país...

Lo más curioso del caso es que la pareja se hacía acompañar en sus felonías por un par de bailarinas desnudistas. Necesito algo de tiempo para «desfruncir» la relación entre una cosa y la otra...

Comentarios

Entradas populares