«No hay gente pa' tantas casas.»

La crisis bancaria e hipotecaria está íntimamente relacionada con los desaciertos en la construcción; en otras palabras, se trata de una herida autoinfligida. La insistencia estúpida en saturar el mercado residencial y el comercial con estructuras carísimas no podía tener otro resultado que el que vivimos: un inventario que no se vende. La otra estupidez es la de la banca, al financiar proyectos cuyo fracaso era perfectamente anticipable, aun para cualquier tonto. Ahora quieren más alivios, bonos, créditos y exenciones, para ver si pueden vender todas esas casas, condominios y edificios, pero muy poco de eso resulta. La avaricia rompió el saco.

Los Blanco, los Rojo y los Madero ahora «se las ven negras», pues sus números están en «rojo».

Comentarios

Roberto Ariel Fernández ha dicho que…
Y por mí, que se $&*#@# en sus madres.

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