El eterno «lamento borincano»

Los puertorriqueños debemos dejar de quejarnos por todo; hay un «lamento borincano» eterno, que se manifiesta en el habla cotidiana y dice mucho de nuestro espíritu nacional. La planilla de contribución sobre ingresos es «la dolorosa», y todos los años escuchamos y leemos el mismo lloriqueo con relación a cumplir con los deberes contributivos. El ciudadano nunca está conforme con lo que hace su gobierno; por lo tanto, resiente tener que pagar «para que se lo roben los políticos». Pero, sospecho que la queja sería más o menos igual, aunque en el gobierno todos fueran santos.

La clase media se autoproclama «el jamón del sandwich», la víctima de un sistema en que los ricos no pagan ni los pobres tampoco. Por lo tanto, los profesionales y los asalariados sufren inconmensurablemente las injusticias de esta sociedad que ellos cargan sobre sus espaldas, luego de haberse «quemado las pestañas» estudiando, para tener una vida mejor. Los de la clase media viven tan mal que darían lo que no tienen por vivir en un caserío y recibir los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional.

Por supuesto, el inglés es «el difícil», una lengua codiciada y a la vez temida. Sabiéndola importante, la mayor parte de la gente le tiene cierto repelillo, y muchos le huyen como el Diablo a la Cruz. Aun los que quieren ser americanos, ruegan por que se les aparte el «cáliz» del inglés.

Medio milenio de coloniaje nos ha convertido en seres apocados, fatalistas y pedigüeños, quejosos de nuestra suerte y temerosos de todo...hasta de nosotros mismos.

Comentarios

Entradas populares