Una música celestial
Contrario a lo que alegan los dominicanos, la «música de Papá Dios» no es el merengue, sino el jazz. Por lo menos, eso alega Charlie Sepúlveda, excelente trompetista nuestro, que le acredita su buena fortuna a la asistencia a la iglesia. Tampoco puede pasarse por alto que ahora tiene de colaborador musical al cuatrista Christian Nieves. Quizá el Señor se cansó de tanto merengue chabacano y vulgar, y decidió respaldar algo de mayor calidad y categoría musical. Sea como fuere, me alegra que a Sepúlveda le vaya bien, pues su talento merece reconocimiento...aunque su trompeta no tumbe las murallas del Morro.
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