Gente aguada

Algo raro pasa en el Viejo Oeste borincano, como decía Santín. Esa muchacha de 22 años que parió sin saber que estaba preñada, supongo que tampoco sabía lo que había hecho con el hombre - o malas lenguas dicen hombres - con los que se acostó. Pero, el despiste no para ahí. Los doctores que la vieron durante su proceso de gestación tampoco saben lo que es un embarazo, y los padres de la joven son igualmente lerdos.

¿Habrá algo en el agua de Aguada y de Aguadilla, que cause esta epidemia de imbecilidad?

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