Dios los cría...

Se confirma lo dicho hace tiempo: no hay gran diferencia entre anexionistas y estadolibristas, a la hora de encarar los problemas del país, pues ambos bandos comparten la actitud pedigüeña hacia Estados Unidos. Carlos y Rafael son dos caras de la misma moneda devaluada de la dependencia. Van a Washington con la mano estirada, para que el americano le dé dinero con el cual paliar la crisis económica. Los dos reclaman a base de la ciudadanía americana. Uno porque se siente americano, y el otro, olvidando la una vez "nueva tesis" y el viejo pacto de asociación, suplicando que nos traten como el "estado" que dice rechazar. Nada de levantarnos por nuestro propio esfuerzo. Siempre esperando por el "situado" americano.

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