Ni lo uno ni lo otro

La distinción que se ha querido hacer entre «meditar» y «reflexionar», en el contexto del periodo obligatorio dentro del horario lectivo, no tiene razón de ser. Fundamentalmente, se trata de lo mismo: considerar detenida y seriamente una cosa. Lo importante, como ha dicho el profesor Markus, es evitar que los maestros que dirijan este ejercicio adelanten creencias religiosas o sectarias, algo que resultará difícil, en el mejor de los casos.

Este es un problema que no es semántico, sino ideológico, creado por el fanatismo religioso que, con proyectitos como éste - que parecen buenos e inocuos - quiere colarse en toda la vida pública para adoctrinar de acuerdo con sus prejuicios.

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